Renfe exhibió este miércoles por primera vez los nuevos trenes de Cercanías que ha encargado para las grandes áreas metropolitanas españolas. Lo hizo en la fábrica de Stadler en Albuixech (Valencia). La empresa se adjudicó el diseño y la construcción de las 79 unidades de gran capacidad por 1.300 millones de euros. Los de mayor cabida tendrán dos pisos y podrán transportar a 950 viajeros.
Los nuevos trenes (T100 y T200) contarán con "la posibilidad de escalabilidad". Es decir, serán "adaptables a los cambios de ocupación". "Serán trenes que puedan crecer en sus longitudes, en caso necesario, lo que permitirá adaptarlos a la realidad cambiante de la demanda. Los trenes T100 permiten su evolución a tipo T120 y T160, de 5 y 6 coches, y los trenes T200 a tipo T240, de 8 y 10 coches", precisó la firma pública.
El presidente de Renfe, Raül Blanco, presente en la visita a la fábrica donde se ensamblan los trenes, explicó que contarán con wifi y que serán totalmente accesibles para personas con discapacidad funcional. También contarán con espacios para sillas de personas con movilidad reducida, así como "espacios multifuncionales" para bicicletas, maletas o carros de bebé. Cada vagón tendrá tres puertas para agilizar el acceso y la salida en hora punta en las paradas más concurridas.
Técnicamente, los nuevos vehículos estarán "dotados de equipos de última generación que supondrán una mejora de la fiabilidad de la red y la puntualidad del servicio". Además, la tecnología implementada permitirá recoger miles de datos por segundo de toda la flota. Esta información al instante "asegura la toma de decisiones operativas de forma más eficiente, lo cual redundará en un mejor servicio a los usuarios de Cercanías", según Renfe.
En la actualidad se están fabricando las dos primeras unidades, cuyo proceso de validación y certificación comenzará en 2024. Una vez superado este período, se iniciará la producción en serie de las 77 unidades restantes. El contrato fija la entrega a Renfe de dos trenes cada mes.
El importe de la fabricación de los 79 trenes de gran capacidad para los servicios de Cercanías asciende a 1.305 millones de euros. El montante incluye el mantenimiento de parte de los vehículos durante 15 años. Esta carga de trabajo comportó para Stadler Valencia la ampliación de su plantilla de Albuixech en 500 nuevos profesionales en sus instalaciones en España.
Esta compra "histórica" de trenes a Stadler Valencia se suma a las también realizadas a Alstom y CAF. Los tres encargos permitirán a la compañía ferroviaria renovar buena parte de su material móvil y ampliar la flota de trenes de servicio público con una inversión total de cerca de 4.000 millones de euros.
Locomotoras de mercancías
Por otro lado, el presidente de Renfe, Raül Blanco y el presidente de Stadler Valencia, Íñigo Parra, aprovecharon su encuentro para firmar este miércoles en la planta de Stadler el contrato de compra y mantenimiento integral de 12 Locomotoras de Mercancías. El importe es de 113 millones de euros, 69,5 correspondientes al suministro de las locomotoras con ERTMS y 43,5 por el mantenimiento integral de las locomotoras.
Esta compra está financiada parcialmente por la Unión Europea, que ha aprobado una subvención para este proyecto de 15 millones de euros para la adquisición y 1.890.000 para la instalación de ERTMS, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation.
El plazo de entrega de las locomotoras concluye el 31 de diciembre de 2025. El mantenimiento del material, por su parte, abarca un periodo de 15 años.
Renfe prevé destinar las locomotoras contratadas al Corredor Mediterráneo en el que el Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, está instalando el Ancho Estándar UIC en la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), lo que va a suponer el aumento de la longitud máxima de los trenes de mercancías hasta 750 metros.
Las locomotoras de gran potencia "permitirán a Renfe Mercancías nuevas oportunidades de crecimiento por la posibilidad de incrementar tráficos nacionales e internacionales, lo que implicará un impacto positivo en la actividad de la compañía".
Mayor eficiencia
Se trata de "una apuesta decidida de Renfe Mercancías para la optimización de las nuevas infraestructuras desde el momento de su puesta en servicio".
"Significará al mismo tiempo una mayor eficiencia de los planes de transporte a través de un consumo energético más ajustado, del uso de energía no contaminante, menor agresividad frente a la vía, bajo nivel de ruidos interiores y exteriores, ausencia de vibraciones, mayor capacidad de carga y mejores niveles de fiabilidad", subraya la enseña.
El incremento de la actividad de Renfe Mercancías "conllevará en definitiva significativos ahorros de costes por externalidades, en tanto que, tal como reconoce la Comisión Europea, el ferrocarril es el modo de transporte de mercancías que menos emisiones contaminantes genera".
"Renfe Mercancías ahorró en 2021 a la sociedad 291 millones de euros en costes externos, al evitar la circulación de 2,4 millones de camiones. Renfe Mercancías ha dado un salto en términos de emisiones por el aumento del empleo de la electricidad de origen renovable certificado y emisión de carbono nula al 100% del total de energía eléctrica consumida", destaca la compañía pública.