Se trata de una medida que debía haber estado en la Ley de Movilidad que decayó con la convocatoria electoral. Sin embargo, el texto no recogía la puesta en marcha de los peajes y se limitaba a asegurar que se buscarían alternativas para financiar el mantenimiento de las carreteras. Por tanto, el incumplimiento del compromiso con la Unión Europea era inminente. 

En el PP son conscientes de que existe un déficit de 8.000 millones en el mantenimiento de carreteras y que, por tanto, ese dinero habrá que recaudarlo de alguna manera. Sin embargo, a su líder Alberto Núñez Feijóo no le convence la figura del pago por uso expuesta por el Gobierno del PSOE en el plan firmado para lograr los fondos Next Generation. 

Regiones periféricas

El presidente de los populares, explican las fuentes consultadas, considera que los peajes discriminan a las regiones periféricas. ¿El motivo? Se trata de lugares donde la cantidad de carreteras disponibles es muy inferior a aquellas regiones que están en el interior.

Por tanto, explican, una medida de este tipo no sólo perjudica a los ciudadanos que allí viven, sino que también podría desincentivar que muchos ciudadanos quieran viajar hasta esas zonas en épocas de vacaciones. Es decir, restaría opciones al turismo. 

¿Qué hacer entonces? Eso es lo que se quiere analizar con la Comisión Europea si se llega al Gobierno, explican fuentes populares. Sobre todo, porque a estas alturas es imposibile cumplir con este hito.

Sobre este tema se pronunciaba el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia esta misma semana. En ella, el popular aseguraba que "analizaremos qué podemos o debemos hacer", porque su objetivo es "eliminar todo lo que sean trabas y que nadie interprete una medida de este tipo como un castigo". 

Las carreteras españolas que serán de peaje a partir de 2024.

Bravo señalaba que en el PP son conscientes de que la Comisión Europea quiere un transporte más verde, y que la fiscalidad verde es una de sus obsesiones. Es por ello por lo que dejaba entrever que esa podría ser una figura para tratar de reducir el déficit de inversiones en mantenimiento de carreteras en nuestro país. 

El Partido Popular ha hecho del pago por uso en las carreteras una de las banderas de su campaña electoral. Lo hacía el pasado lunes cuando en el Cara a cara Feijóo preguntaba a Sánchez si tenía intención de poner en marcha peajes en 2024. Algo que el líder socialista y presidente del Gobierno negaba rotundamente. 

Quedaba el asunto en el aire hasta que el jueves el director general de la DGT, Pere Navarro, decía en Rac1 que "los peajes son una exigencia que se tiene que hacer, nos lo exige Bruselas". Unas palabras que matizaba horas después para, después, asegurar que no tenía "competencias para pronunciarse" sobre este tema. 

La polémica ha llegado a tal punto que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha tenido que salir a la palestra para desmentir "categóricamente" que el objetivo del Gobierno sea poner en marcha el año que viene los peajes. "No tiene sentido plantear una medida como esta", ha dicho.  

Es la postura adoptada por el Gobierno desde hace casi un año. En aquel entonces, EL ESPAÑOL-Invertia ya adelantó que desde el Ejecutivo se habían encargado a la consultora pública Ineco informes para valorar un nuevo sistema de financiación de las carreteras. Un trabajo por el que se desembolsaron 1,4 millones de euros.