Ilustración en la que aparecen el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el CEO de Tesla, Elon Musk.

Ilustración en la que aparecen el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el CEO de Tesla, Elon Musk. Cristina Villarino EE

Observatorio de la movilidad

La llegada de Tesla a Valencia: una inversión de 5.000 millones que obliga a Sánchez a entenderse con Mazón

El presidente del Gobierno deberá acreditar su compromiso y proporcionar respuestas ágiles a la empresa en plena negociación de su investidura.

21 agosto, 2023 02:12
Valencia

En medio del gran estruendo político, Pedro Sánchez deberá afrontar en septiembre un asunto crucial para el futuro industrial de España. Se trata de la negociación con Tesla para la llegada de la multinacional americana a Valencia, una inversión que rondaría los 5.000 millones. El líder de un Gobierno en funciones está obligado a entenderse con Carlos Mazón, investido el pasado mes de julio como presidente valenciano.

En ambos casos, según trasladan a El Español-Invertia fuentes conocedoras de la negociación, la carpeta de Tesla depende directamente de Presidencia, no de sus departamentos de Industria, aunque también participan en la misma. La colaboración entre los líderes de PP y PSOE es obligatoria tras los pasos en falso que han puesto en peligro la inversión.

Las filtraciones con el anterior gobierno autonómico, presidido por el socialista Ximo Puig, y que provocaron un gran enfado de Tesla, obligan ahora a recuperar el terreno perdido en la negociación. En estos momentos, la misma se encuentra en un proceso de recogida de información por parte de la compañía del controvertido Elon Musk.

[Las cifras de la fábrica de Tesla por la que pelea Valencia: 12.000 empleos y 500.000 coches al año]

Como suele ocurrir en estos casos, la multinacional interesada realiza una suerte de subasta entre sus posibles emplazamientos, en busca del mejor postor. Países como Francia, Reino Unido e Italia se encuentran también en la batalla por captar el proyecto.

Sobre la Generalitat valenciana recae la gestión administrativa de la iniciativa, que sería cursada como Proyecto Territorial Estratégico (PTE). Se trata de una vía rápida para otorgar el cauce legal a la inversión. A su vez, el Ejecutivo regional, en colaboración con el Ayuntamiento que aspire a albergar la megafábrica, juega un rol crucial para el traspaso del suelo escogido por la multinacional.

La gran parcela del proyecto todavía no está decidida. Aunque Cheste parte como la localidad con más opciones, no se descarta que pudiera ser de nuevo Sagunto -como en el caso del grupo Volkswagen- o el municipio de Llíria.

El papel del Gobierno de España también es crucial. La administración central es la que canaliza los fondos europeos del plan Next Generation UE que pueden inclinar la balanza a favor de España para acoger a Tesla. La cantidad y la agilidad en la llegada del dinero son determinantes.

Diferencias con Volkswagen

Tanto es así que, en el caso de Volkswagen, resultó un contratiempo inesperado que puso en riesgo la llegada de la gigafactoría de baterías de su filial PowerCo. El mismo requirió de ingeniería presupuestaria para que las Administraciones públicas brindaran fondos adicionales de forma directa.

La distinta adscripción política de los dos Gobiernos implicados ya está resultando un escollo. La Generalitat valenciana de Ximo Puig, que había realizado una gestión brillante para atraer a Volkswagen, se comportó de forma distinta con Tesla. El proyecto trascendió en una fase muy embrionaria, con el presidente socialista pronunciándose en público sobre la misma.

Se deslizaron detalles tanto antes de las elecciones autonómicas en las que el PSOE perdió la presidencia de la Generalitat como antes de las generales en las que Pedro Sánchez se jugaba la Moncloa. Según indican a este medio fuentes conocedoras de los contactos, Tesla mostró un gran enfado cuando se filtró su nombre.

En el caso de la inversión en Valencia, las negociaciones no se han producido directamente con Elon Musk. Lejos de encuentros grandilocuentes como el que tuvo el empresario con el presidente francés Emmanuel Macron, en la autonomía ha sido una delegación de Tesla la que ha mantenido las conversaciones, sujetas a restrictivas cláusulas de confidencialidad que la firma consideró vulneradas.

Elon Musk. EE

Elon Musk. EE

Pese a la potente imagen pública que transmite un encuentro con Musk, las fuentes consultadas transmiten que la negociación pormenorizada del proyecto para su tramitación como PTE representa un estadio más avanzado.

Otras voces apuntan que, en el caso de Tesla, no se ha producido una visita confidencial de representantes de la firma a los organismos implicados en el proyecto (los titulares del suelo, el Puerto de Valencia, la Universitat Politèncnica de València que deberá surtir de profesionales a la planta...).

En el caso de Volkswagen, estas citas tuvieron lugar antes de que trascendiera el interés de la empresa. En este caso parece haber sido justo al contrario.

Por cuestiones como esta, el Gobierno entrante del PP de la Generalitat valenciana dudaba en privado cuando accedió al poder sobre si el interés de Tesla era realmente el que había trascendido. Acto y seguido, sin embargo, se puso manos a la obra para "maximizar sus opciones de lograr la inversión, sean las que sean", comentaban.

[La herencia que deja Ximo Puig al PP: "sin facturas en los cajones", pero 55.000 millones de deuda]

Se celebró un encuentro entre Carlos Mazón y Ximo Puig para transmitir, de forma muy específica, colaboración para la continuidad de los proyectos industriales en marcha, con foto oficial de ambos dirigentes. Y Mazón ofreció la continuidad temporal en sus puestos de los altos cargos implicados en las negociaciones.

Con Puig ya fuera de la ecuación, el entendimiento que ahora resulta crucial es el de Mazón con Pedro Sánchez. El líder socialista, en plena negociación para lograr su investidura, se encontrará en septiembre con las inaplazables conversaciones con Tesla, y la agilidad y el compromiso de Moncloa resultarán determinantes para que la llegada de la firma se convierta en una realidad.