Gestionar Rodalies es una de las reivindicaciones históricas del nacionalismo catalán. Mejorar el servicio y tratar de hacerlo más eficiente son algunas de las motivaciones que argumentan desde la Generalitat para pretender tomar el control de este medio de transporte. Los comités generales de Empresa del Grupo Renfe y de ADIF, sin embargo, opinan que ceder la gestión de Rodalies no conllevará una mejora del servicio y critican la "falta de rigor absoluto desde el punto de vista técnico en todo lo que el Gobierno ha anunciado".
En respuesta al pacto del PSOE con ERC, dichos grupos sindicales han convocado huelgas para el 24 y 30 de noviembre y para el 1, 4 y 5 de diciembre, que según han anunciado serán masivamente secundados. ¿Cuáles son los motivos por los que los sindicatos se oponen a este movimiento?
En primer lugar, la creación de Rodalies de Catalunya, una nueva empresa que sería la encargada de ofrecer el servicio, en sustitución de Renfe. Todos los trabajadores de la principal empresa estatal de transporte ferroviario que se encuentran en esta región en este momento pasarían a formar parte de esta nueva sociedad.
Se trata de algo a lo que los sindicatos se oponen frontalmente por una posible pérdida de derechos laborales, dado que los trabajadores afectados saldrían del convenio de Renfe.
Rodalies de Catalunya tendrá un consejo paritario formado por miembros elegidos por el Gobierno y la Generalitat. Aunque será el Govern catalán el que elija al presidente, que tendrá el voto de calidad en caso de empate a la hora de tomar decisiones.
Otra cuestión que molesta a los representantes sindicales es que este traspaso pueda abrir la veda para que otras autonomías se apunten a pedir las competencias necesarias para gestionar sus Cercanías y esto conlleve el troceamiento de Renfe en 17 empresas pequeñas.
Todas aquellas vías donde haya "servicios prestados de titularidad exclusiva de la Generalitat que puedan excluirse de la explotación conjunta del resto de la Red Ferroviaria de Interés General" serán traspasadas a la Generalitat.
Tramos
Es decir, los tramos siguientes: la línea del Maresme de la R1; la línea Papiol-L'Hospitalet-Vic-Puigcerdá de la R3 y la línea Sant Vicenç de Calders-Barcelona de la R2. Todos aquellos tramos que situados en zonas de interés general no cambiarán de titularidad y seguirán en manos de ADIF. Por estas vías, que conectan con frontera francesa, circulan trenes de mercancías y alta velocidad.
En cualquier caso, a verdadera ambición del Govern es tener competencia plena sobre Rodalies para decidir cuánto y dónde se invierte para así ser independiente del Ministerio de Transportes.
Según fuentes expertas en el sector: “La normativa ferroviaria establece que todos los sistemas de interés general se gestionarán por parte del Estado; de ahí el interés de ADIF por que se mantenga la integridad de los sistemas”.
“Antes de que se realice cualquier tipo de traspaso hay que decidir quién gestionará las estaciones, trabajo que será compartido en muchos casos, como sería Sants en Barcelona, por ejemplo. La adjudicación de la gestión tiene que llevar aparejada la garantía del correcto funcionamiento del servicio, la calidad operativa y la interoperabilidad de las plataformas”, añade este experto.
Además, “el Estado tendrá que modificar su actividad porque ya no será gestor único de la red ferroviaria. Cualquier cambio tendrá que garantizar la calidad del servicio, la correcta coordinación, que estén claros los objetivos a conseguir, la adaptación de la normativa vigente y que se tenga en cuenta que ello conllevará la introducción de riesgos en el sistema”, puntualiza.