Desde hace unas semanas se sabe, pero la entrada en vigor es inminente. Renfe ha decidido prohibir el acceso de patinetes eléctricos en todos sus trenes de viajeros a partir de este martes, 12 de diciembre. Lo hace después de que ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla hayan aplicado medidas similares en el transporte público ante incendios de baterías por su manipulación y desperfectos por golpes. La compañía ha justificado la decisión en base a criterios de salud pública y de seguridad de los viajeros.
Esta prohibición es un golpe más a los patinetes eléctricos, en el punto de mira no solo en España: París, la capital de Francia, convocó un referéndum para votar si aceptaban o no este tipo de aparatos instalados en la ciudad por empresas de alquiler. Aquí, el paso al frente se debe a la Comunidad de Madrid.
Esta autonomía adoptó la medida en sus vagones de Metro después de que el pasado 17 de octubre explotara la batería de un patinete eléctrico en el interior de un tren en la línea 2 de este servicio. Aunque el incidente no causó daños personales, obligó al tren a permanecer varado en la estación y a los bomberos a realizar tareas de ventilación en el mismo.
Las causas de la prohibición se deben a esta explosión, y este fenómeno ocurrió -según han explicado bomberos, mecánicos y expertos en la materia- al arder las baterías, que se produce una gran cantidad elevada de humo en muy poco tiempo y se emiten vapores tóxicos que obligan a desalojar el espacio del incendio lo antes posible.
Por eso, tal y como ha informado Renfe, desde el 12 de diciembre estará prohibido acceder a los trenes con patinetes eléctricos. Esto afectará a todos sus trayectos de Cercanías, Regionales, Alta Velocidad y Larga Distancia (AVE, Avlo, Alvia, Avant, Euromed e Intercity). Además, desde el ente público señalan que la prohibición de patinetes se extiende también a monociclos o cualquier otro dispositivo de movilidad personal eléctrico o dotado de baterías.
Lo único que se exceptúa es el acceso con vehículos de personas con movilidad reducida y las bicicletas eléctricas. Según la compañía, en las estaciones de Cercanías se informará de la prohibición y cuando se vea que algún viajero lleve un patinete eléctrico, se le obligará a abandonar el tren.
La DGT impone unas normas
"El incremento permanente de patinetes eléctricos en las ciudades está ocasionando problemas y riesgos a los que la Dirección General de Tráfico en España intenta poner fin de forma inmediata", anuncia este organismo desde su página web. "Se han preparado nuevas medidas que proponen limitar su uso y establecen exigencias que pueden frenar la compra por parte de los usuarios", añaden.
Según aducen, el número de usuarios se ha incrementado por el uso local y el de turistas. Y, añaden, "muchas empresas ofrecen alquileres de patinetes eléctricos que son una opción muy utilizada por turistas que, sin entrenamiento previo y sin conocer las normas de tránsito españolas, recorren las ciudades". Por eso han decidido introducir algunos cambios en la normativa.
Cuáles son los cambios de la DGT en 2024
La DGT ha incrementado las exigencias en la estructura de los patinetes eléctricos y comienza exigir certificaciones de seguridad. Es así que todos los patinetes que sean vendidos a partir del 22 de enero de 2024 deben contar con certificado de seguridad para el usuario. Esto obliga a las empresas fabricantes a revisar las condiciones de fabricación y a responsabilizarse de lo que venden. No podrán circular en la vía pública los patinetes eléctricos que no cuenten con este certificado.
Y los que no tengan esta certificación porque han sido comprados antes de la normativa podrán circular hasta el 22 de enero de 2027. Un tiempo "razonable" en el que el usuario "evaluará el cambio en su modalidad de circulación". La repercusión, según aventuran, puede ser la disminución de ventas en estos días o la espera hasta dentro de unas semanas para comprar algo adaptado.
Hasta entonces, la normativa básica de la DGT para el uso de patinetes eléctricos prohíbe circular por aceras, zonas peatonales, pasos de travesía, autopistas, autovías, vías interurbanas o túneles. La velocidad de estos vehículos debe estar entre 6 y 25 km/h. Y la DGT sugiere a los conductores llevar casco protector y tener seguro de responsabilidad civil, aunque estas dos condiciones no son obligatorias.
Los motivos que esgrimen para poner estos controles son, entre otros, que estos aparatos comparten el espacio con peatones, ciclistas o vehículos motorizados y que son percibidos como un factor de riesgo. La falta de normativas y regulaciones específicas en algunas ciudades provocan conductas peligrosas para los usuarios de los patinetes y para las demás personas que circulan en las calles. Además, como no existen normas de estacionamiento, en especial los patinetes de alquiler se abandonan en las veredas y obstaculizan el tráfico de peatones, tal y como advierten.