WiBLE, la compañía de carsharing participada por Kia y Repsol, mejoró sus ingresos en 2023 un 12% respecto al ejercicio anterior. Un hecho que le permitió alcanzar por primera vez un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en el conjunto del año y, además, todos los meses. Eso sí, ha señalado Alberto Gómez, CEO de WiBLE, se trata de un Ebitda "positivo pero muy ajustado".

Durante la presentación de resultados, Gómez ha destacado que se trata de un nuevo récord de ingresos tras el registrado en 2022. Además, la mejora respecto a 2019 es del 18%. En total, la facturación en 2023 alcanzó los 6,6 millones de euros.

Esto supone que WiBLE haya conseguido una cuota del 19% en un mercado, el del carsharing, que ha avanzado entre un 5% y un 6% en el último año. En este segmento de su negocio, la empresa de Kia y Repsol ha registrado un incremento del 7% de sus usuarios activos y de un 8% en el caso de los viajes por usuario.

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De ahí que los ingresos por este servicio hayan crecido un 10%, tras un incremento del 17% del total de viajes. A principios de año incrementaron su flota un 30%, al incorporar 150 nuevos modelos híbridos enchufables, alcanzando los 650, algo que les ha permitido "mantener la cuota de mercado" en un año en que han "sufrido la entrada de un nuevo competidor".

En este sentido, Gómez ha destacado que el carsharing de WiBLE -que opera fundamentalmente en el centro de la capital española- es "una de las formas más cómodas para ir y venir al aeropuerto (Adolfo Suárez Madrid-Barajas)". Así, la factura media para los usuarios fue de 18,17 euros, con más de 13.000 viajes (un 47% por encima del dato de 2022).

Gómez ha detallado que el usuario de WiBLE es heterogéneo, aunque predominan los hombres de 40 años con coche propio. El uso que dan al carsharing es de ocio, en tanto que el mayor número de reservas se registra los fines de semana.

Además del carsharing, WiBLE ofrece servicios de alquiler entre 2 y 30 días (WiBLE MáS) y de larga duración (WiBLE MáS por MeS). El primero, ha asegurado el CEO de la compañía, es un servicio "en continuo crecimiento" porque, aunque es similar a un rent-a-car, ofrece los beneficios del carsharing, como es la flexibilidad o que se trate de un proceso completamente digitalizado.

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"No tienes que hacer nada físicamente ni hace falta tener contacto con nadie", resume Gómez. En 2023, este servicio vio aumentar sus reservas un 8,5%, hasta las 5.600 por parte de casi 3.000 usuarios. Además, se complementa "perfectamente" con el carsharing, en tanto que detectan que la demanda aumenta cuando la otra decrece, y viceversa.

La idea para 2024, ha adelantado el directivo de la compañía, es apostar más tanto por ese servicio como por el de WiBLE MáS por MeS. Este último se puso en marcha en octubre del pasado año y ha registrado un crecimiento mes a mes del 17%. Gómez ha asegurado que el objetivo es que se convierta en un "referente en el mercado".

Este año creen que el conjunto de sus servicios se verá beneficiado por las nuevas restricciones de movilidad en Madrid. "Puede afectar y posponer la compra de vehículos", ha afirmado Gómez, que considera que eso puede ir a su favor en tanto que los usuarios recurrirán al carsharing antes de cambiar de coche.

Otro objetivo para 2024 es la reducción de la siniestralidad. "La gente demanda seguridad", ha apuntado el CEO de WiBLE, algo que ellos tratan de garantizar con la naturaleza de su flota y mediante medidas de seguridad. Entre otras, están trabajando en la implementación de un alcoholímetro en el que los usuarios tendrán que soplar antes de iniciar su viaje. Si dan positivo, el coche no arrancará. Según ha indicado, de la flota inicial de 500 coches, han registrado más de 60 siniestros.