Talgo considera "remota" la posibilidad de que finalmente tenga que pagar a Renfe la indemnización de 116 millones de euros que el operador público le solicitó por el retraso acumulado de los trenes Avril. Según el plan original, estos trenes tenían que estar en funcionamiento desde el verano de 2022 en las vías españolas.
La compañía fabricante de trenes defiende que Renfe todavía no ha formalizado la reclamación, de manera que es "remoto que se materialice dicho riesgo". Anteriormente, Talgo ya trasladó su disconformidad con esta reclamación, alegando causas de fuerza mayor.
La empresa se justifica por las caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el Covid-19 y otros eventos geopolíticos, así como por otras causas exógenas a la empresa. Todo ello llevó a una serie de retrasos en los procesos de pruebas y homologación de los trenes
Su previsión es que estos trenes estén en servicio en el primer cuatrimestre del año, frente a la promesa del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que apuntaba a que estarían operando antes del 31 de marzo.
Renfe está impaciente por recibir estos trenes, en tanto que permitirán que sus servicios de AVE lleguen sin realizar transbordos a toda Galicia, más allá de Ourense, y a Asturias pasada la estación de Pola de Lena. Los billetes, según las promesas del Gobierno, tenían que estar a la venta desde el pasado viernes, pero todavía no están disponibles.
Esto transcurre mientras la compañía sigue pendiente de una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) por parte del grupo húngaro Magyar Vagon para adquirir el 100% de la empresa por 617 millones de euros.