El grupo húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon) ha presentado al cierre de mercado de este jueves la oferta pública de adquisición (opa) por el 100% de Talgo. La oferta, de 5 euros por acción y calificada como amistosa por la propia compañía, ascendería a unos 619 millones de euros. Todo pese a que el Gobierno se haya manifestado en contra por la importancia estratégica de la compañía.
La contraprestación ofrecida por el Magyar Vagon a los titulares de las acciones de Talgo es de eso 5 euros por cada acción, un 14,42% más que el precio de cotización al cierre de mercado del 7 de febrero, sesión anterior a la fecha en que la CNMV suspendió cautelarmente la negociación de las acciones de Talgo.
El consorcio húngaro ya cerró este miércoles un preacuerdo con la banca para lograr esquivar el principal obstáculo que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le puso en febrero, cuando dio a conocer su intención de hacerse con Talgo.
En concreto, el regulador encontró un problema regulatorio a la misma: que los bancos pueden cancelar sus préstamos con Talgo si cambia el propietario de la compañía. En las cuentas de la compañía figuran 23 entidades con unos créditos de 329 millones de euros.
Sin embargo, Ganz-Mavag, liderada por los empresarios György Bacsa y András Tombor, ha convencido a la banca para seguir apostando por el proyecto de Talgo, incluso si esta cambia de manos, lo que supondrá un precedente de cara a la decisión del Gobierno de vetar o no esta operación.
El consejo de administración de Talgo ya ha declarado que se trata de una opa amistosa y que colaborará con los húngaros para su éxito. En una nota de prensa, avanza que esperará analizará la oferta "en detalle". En concreto, buscarán que se preserve el empleo y la capacidad industrial en España, así como la sede la compañía. También esperan que se conserve la titularidad de Patentes Talgo, que posee los derechos de propiedad intelectual y patentes.
Asimismo, la intención del consejo de administración de la compañía es "conseguir la mejor opción para todos los accionistas y otros grupos de interés".
La oferta está condicionada a la aceptación de, al menos, el 50% más una acción del capital social de Talgo, así como de la autorización de la Comisión Europea y del Gobierno español, al ser una inversión extranjera. El consorcio húngaro ha trasladado que su intención de que Talgo continúe cotizando en Bolsa
Magyar Vagon también confirma que lleva desde el pasado mes de diciembre en conversaciones confidenciales con el principal accionista de la compañía, Trilantic (con el 40% del capital), y con la propia Talgo. Esta dio su consentimiento para compartir información con el comprador.
De hecho, ambas partes han pactado una cláusula que obligará a Talgo a pagar 3 millones de euros a Magyar Vagon si la oferta es autorizada pero, finalmente, no prospera por la presentación de una oferta competidora.
El Gobierno, vigilante
Por su parte, diferentes miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez se han mostrado expectantes ante la situación. Por un lado, el titular de Industria, Jordi Hereu, afirmó este mismo jueves que defenderá el proyecto industrial de Talgo porque considera que es "estratégico" para España.
Se trata de una postura más moderada que la de su colega en Transportes, Óscar Puente, quien un día antes, el miércoles, aseguró que el Gobierno "hará todo lo posible" para que la opa del consorcio húngaro no se lleve a cabo.
Sin embargo, la decisión final de ejecutar el escudo anti-opas es del Ministerio de Economía. En este sentido, fuentes de la cartera capitaneada por Carlos Cuerpo aseguran que el Gobierno "analizará todos los detalles de la operación sobre Talgo", en tanto que "se trata de una empresa que opera en un sector estratégico".
"Siempre vamos a defender los proyectos industriales estratégicos y los puestos de trabajo", advierten desde Economía. Asimismo, apuntan que el Ejecutivo "trabaja para garantizar la estabilidad futura de Talgo". Algo que, en última instancia, "supone estar vigilante ante esta operación".