Tren descarrilado en un túnel cercano a Atocha.

Tren descarrilado en un túnel cercano a Atocha. EE

Observatorio de la movilidad

Los investigadores del accidente de tren de Atocha temen encontrarse con ‘la caja negra’ desactivada

Publicada

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) teme que el dispositivo de registro del tren que descarriló en un túnel cercano a la estación de Atocha no estuviera activado. Hablamos de una especie de caja negra como la de los aviones que permite conocer información como la velocidad o el recorrido realizado por el convoy. Datos importantes para esclarecer lo ocurrido.

"Al ser un tren que estaba siendo remolcado y no estaba en funcionamiento, puede que no tuviera activado el registro", explican fuentes de la CIAF a EL ESPAÑOL-Invertia, que detallan que aún no saben al 100% si estaba activado. Además, al aparecer el tren tenía problemas de energía y por eso estaba siendo llevado a los talleres de Fuencarral. 

¿Supone esto un problema para las investigaciones? No. Desde la CIAF explican que hay otras fórmulas para recabar información y conocer la velocidad a la que el tren iba. Este detalle es especialmente relevante porque un técnico de Adif lo hizo descarrilar para evitar que chocara con otros trenes, como desvelaron los audios de unos trabajadores del sector.

Las pesquisas se centrarán en tratar de esclarecer dos puntos importantes: el primero es por qué se soltó el tren de la unidad que le remolcaba y, el segundo, tratar de entender qué falló para que el tren no se frenara. "El tren tiene sistemas automáticos de frenado que tendrían que haber saltado incluso estando averiado", señalan los investigadores.

Estas son las principales incógnitas que tendrá que desvelar la investigación. De momento, la CIAF, más conocida como el CSI ferroviario, está en fase de recopilación y estudio de la información y datos pedidos a Adif, por ser el gestor de la red ferroviaria, y a Renfe, por ser el operador del tren. En el caso de Adif es importante conocer los registros del panel de control, como la grabación que ya está en poder de la comisión.

De hecho, poco después del descarrilamiento del tren en un túnel cercano a la estación de Atocha el pasado sábado se personaron tres técnicos allí para tomar fotografías y hablar con algunas personas de las que estaban presentes. En ese momento, es cuando se inició la investigación.

Además de la información pedida a Adif y Renfe y de la conseguida en la escena del accidente, los investigadores tienen previsto realizar entrevistas al maquinista de Renfe y a los dos mecánicos de Alstom que iban acompañando al tren descarrilado, así como al personal que estaba en el puesto de mando. También, cuentan, interrogarán a los responsables de los talleres, ya que el tren estaba averiado. 

Tras recopilar la información, formularán las primeras hipótesis que se harán públicas una vez finalice la investigación que, legalmente, podría durar un año. 

En este caso, "hay mucha información disponible de entrada", reconocen desde la CIAF, que explican que en las últimas investigaciones el plazo ha sido sólo de “meses” y que en el peor de los casos podría alcanzar los 16 o 17 meses. Pero todo dependerá cuando se vea lo que esconde la caja negra del tren que generó un auténtico caos el fin de semana.

Investigación independiente

La CIAF fue constituida el 11 de diciembre de 2007 como órgano colegiado especializado, adscrito a la Subsecretaría del Ministerio de Fomento, actual Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

La componen el presidente, el pleno y la secretaría. Dispone de plena independencia funcional respecto de cualquier otro actor del sector ferroviario, y su personal no puede aceptar ni solicitar instrucciones de ninguna entidad pública ni privada.

La Comisión cuenta con varios técnicos investigadores adscritos a la secretaría, y que se encargan de realizar y participar en las investigaciones y de elaborar los informes que se elevan al pleno para su aprobación. Por otra parte, la CIAF puede recurrir, si lo juzga conveniente, a la colaboración de especialistas externos en campos específicos.

Al inicio de su actividad en el año 2007, este CSI del tren investigaba todos aquellos accidentes en los que se producía al menos una víctima mortal, según la clasificación de sucesos vigente en aquel momento en la legislación española. 

Tren descarrilado de Angrois.

Tren descarrilado de Angrois. EL ESPAÑOL

Pero más tarde la normativa modificó las definiciones de accidentes e incidentes. Por ello, puede investigar el descarrilamiento del túnel de Atocha en el que no ha habido que lamentar muertes.

¿Qué tipo de sucesos investiga? Desde accidentes como el del Alvia de Angrois (Santiago) de julio de 2013, que causó la muerte de 80 personas, hasta atropellamientos en pasos a nivel.  

Entre los 126 sucesos que analizó en 2023, encontramos 21 accidentes por colisiones de trenes con obstáculo, 25 descarrilamientos, ocho incendios o un fraccionamiento de tren, entre otros.

La finalidad de la investigación de los accidentes e incidentes ferroviarios es determinar las causas de éstos y esclarecer las circunstancias en las que se producen formulando, en su caso, las recomendaciones de seguridad oportunas con el fin de mejorar la prevención de accidentes e incrementando la seguridad en el transporte ferroviario. 

En su memoria de 2023, este organismo aclara que las investigaciones en ningún caso se ocupan de determinar la culpa o responsabilidad, ya que tiene que ser independiente de cualquier investigación judicial.