Óscar Puente esta semana en rueda de prensa desde Moncloa.

Óscar Puente esta semana en rueda de prensa desde Moncloa. Europa Press

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Madrid y Galicia meten presión al Gobierno para que mantenga las ayudas al transporte público

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El tiempo se le echa encima al Gobierno. El 31 de diciembre finaliza la gratuidad y los descuentos en los abonos de transporte público y aún no han anunciado la alternativa en la que lleva meses trabajando el Ministerio de Transportes. En principio, queda descartada su prórroga, pero la incertidumbre crece. Las Comunidades Autónomas de Madrid y Galicia ya presionan al Ejecutivo de Pedro Sánchez para que tome una decisión.

“Estamos ya a muy pocos días para que termine el mes de diciembre y no tenemos ningún tipo de noticia por parte del Ministerio”, dijo ayer el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo.

Desde la región piden al Gobierno de España que cuanto antes diga cuál “va a ser su posicionamiento respecto a las tarifas del transporte público, no sólo en Madrid, sino en el resto de España, para que los gobiernos autonómicos tengamos la oportunidad de tomar las decisiones que consideremos oportunas”.

De hecho, Madrid ha dejado claras sus intenciones. Quieren mantener las bonificaciones en el transporte público en 2025, con descuentos del 60% en la región. Pero en caso de que el Gobierno central no las prorrogue, desde el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso se apuesta por congelar las tarifas de 2022.

Cabe recordar que el Gobierno puso en marcha la gratuidad de los trenes de Cercanías y Media Distancia para usuarios habituales y los servicios de autobús de competencia estatal, así como los descuentos del 50% en los servicios de Avant, en algunos servicios de AVE y en el transporte de competencia autonómica. 

Las comunidades autónomas están obligadas a aportar un 20% del descuento del 50% para que el Estado pueda transferir los fondos para subvencionar la rebaja del 30%, todo ello destinado a abonos y títulos multiviaje. En el caso de la Comunidad de Madrid, la rebaja se eleva al 60%, al aumentar la aportación autonómica al 30%.

La comunidad liderada por el PP tiene prevista una partida en el proyecto de Presupuestos Generales para 2025 para mantener la rebaja del abono transporte. No obstante, les urge conocer las intenciones del Gobierno. 

Por su parte, Galicia tira de sus propios planes para fomentar los encuentros en el transporte interurbano. Así, a principios de mes decidió extender a 2025 el transporte gratuito para menores de 21 años con la Tarjeta Xente Nova (TXN) y mayores de 65 años. 

Pero estas no son las únicas regiones afectadas. La incertidumbre crece en muchas otras comunidades afectadas por estas bonificaciones. 

¿Se pueden prorrogar? 

Una parte del sector cree que el Gobierno prorrogará los actuales descuentos dado que se les ha echado el tiempo encima y no tienen margen para cambiar esta operativa, según trasladan a este periódico. Se requiere de un tiempo para adaptar el sistema de billetes a una nueva fórmula y, además, para comunicárselo a los viajeros en tiempo y forma.

Sin embargo, el Gobierno mantiene la idea de poner en marcha una alternativa asequible. Desde Transportes, la semana pasada reiteraron a EL ESPAÑOL-Invertia en que estaban “trabajando para un nuevo modelo como ha venido diciendo el ministro”, pero declinan concretar los detalles ni cuándo se anunciará, ya que “no hay nada cerrado”. De hecho, sigue sin haber novedades al respecto, señalan.

El principal problema está en encontrar una alternativa que sea sostenible económicamente para los viajeros del tren. “Estamos pensando en una forma de pago a mes vencido, en función del número de usos que hayas hecho, el precio será más barato. Es decir, el usuario recurrente tendrá un precio mucho mejor”, dijo Puente hace dos meses.

También se trata de encontrar una alternativa que guste en el Congreso. De momento, tal y como ha podido saber este periódico, se está también negociando con los grupos parlamentarios para alcanzar un acuerdo que podría ver la luz a finales de año en un Real Decreto-ley que incluya otras medidas como viene siendo habitual. 

Si no hay alternativa ni se prorroga, iríamos al peor escenario para los viajeros. Es decir, la vuelta a los precios anteriores a las bonificaciones. Sin embargo, esto en principio estaría descartado.