
Fachada de la planta de Talgo, en Rivabellosa, Álava, País Vasco. Europa Press
Sidenor hará valer su experiencia sindical y de gestión para imponerse en Talgo a indios y polacos
La capacidad financiera y de producción son las principales armas de Jupiter Wagons y el Fondo Polaco de Desarrollo.
Más información: El fondo polaco PFR abre la puerta a que el Gobierno vasco también entre en la operación de Talgo
El consorcio formado por Sidenor, la fundación BBK, la fundación Vital y el Gobierno vasco (a través de Finkatuz) se ha adelantado a sus otros dos rivales en la puja por Talgo presentando una nueva oferta para comprar el 29,7% por 177 millones. Una oferta que el grupo industrial vasco quiere complementar con otros incentivos que sus rivales indios y polacos no tienen.
“Sidenor tiene experiencia en gestionar un capital circulante elevado, conoce bien el pool bancario con el que trabaja Talgo y tiene experiencia en gestionar grandes plantillas”, señalan fuentes del grupo vasco a EL ESPAÑOL-Invertia. Y la de Talgo es de unos cerca de 2.500 trabajadores.
De hecho, va más allá al asegurar que “Sidenor ha trabajado siempre en un entorno sociolaboral complicado y en un ambiente sindical similar al de Talgo”.
A esto hay que sumar que el grupo cuenta con una gran experiencia industrial y en hacer grandes inversiones, como la que realizó el propio José Antonio Jainaga en 2016 al comprar Sidenor junto a otros directivos al gigante brasileño Gerdau.
Jainaga está detrás de Clerbil. Se trata de la sociedad cabecera de sus negocios que usa la marca Mirai Investments (que significa futuro en japonés) para realizar inversiones de todo tipo, como por ejemplo en equipos e instalaciones de producción. “Dicha experiencia en grandes inversiones puede ser de gran utilidad de cara a ampliar la capacidad industrial de Talgo”, apuntan.
Además, la oferta del consorcio vasco que lidera Sidenor sobresale porque puede dar esa españolidad a Talgo que tanto quiere el Gobierno nacional y mantener el arraigo vasco.
No hay que olvidar que Talgo cuenta con una fábrica en Rivabellosa (Álava) que da trabajo a 700 personas. Con Sidenor, por tanto, “estaría asegurada la consolidación de Talgo, la apuesta por el crecimiento, por el empleo y por el mantenimiento del centro de decisión”, señalan.

El presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, y el ministro de Transportes, Óscar Puente.
No obstante, la oferta del consorcio rechaza lanzar una opa sobre Talgo. Un punto a favor de la oferta de la india Jupiter Wagons, ya que este grupo pretende hacerse con el 40% y permitirá a los accionistas de Pegaso vender en bloque.
Caso parecido es del Fondo Polaco de Desarrollo (una especie de SEPI) que anunció hace dos días que lanzará una opa por el 100% del fabricante. Las dos ofertas se presentarán el 14 de febrero como estaba pactado con Trilantic (accionista de Pegaso y mayor accionista de Talgo). El anuncio pilló por sorpresa a Trilantic, que “únicamente estaba negociando con Sidenor”, según ha podido saber este periódico.
Otro punto en contra del consorcio vasco es la escasa experiencia en el sector ferroviario que tienen a pesar de tener capacidad industrial, según destacan fuentes del mercado. No hay que olvidar que la compañía que compre Talgo tiene que ayudar a dar salida a una cartera de pedidos que alcanza los 4.000 millones de euros.
De hecho, fuentes del sector estiman que habrá que inyectar cerca de 100 millones en la compañía precisamente para hacer frente a las sanciones de los trenes no entregados a tiempo, como ha ocurrido con los Avril de Renfe.
La oferta india
Esa capacidad financiera que necesita, unida a la industrial, es lo que ofrece la india Jupiter Wagons. El grupo está especializado en fabricar material rodante, principalmente de vagones y componentes de los mismos y tiene capacidad para fabricar entre 10.000 y 12.000 vagones al año. Si bien es cierto, no produce locomotoras.
En España tiene un aliado. Se trata de la empresa asturiana Talleres Alegría, con la que además comparte una sociedad conjunta en la India desde 2019 bajo la denominación de JWL Talegria India.
Debido a esta alianza, su CEO, Alfredo Alegría Díaz, acompañó a representantes de Jupiter a reunirse con Talgo, según confirman fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia. Sin embargo, reconocen que fue por “cortesía” y que la empresa se mantiene fuera de las negociaciones para hacerse con el fabricante.
A pesar de ello, esta alianza es la mejor carta de presentación para Jupiter en su intento de hacerse con Talgo, según explican fuentes del sector a este periódico. ¿Por qué? Porque la compañía española conoce bien el sector, tiene experiencia (se creó en 1900) y cuenta con más de 50.000 metros cuadrados en plantas que dan empleo a cerca de 300 trabajadores.
Se dedica a la fabricación de material y equipos ferroviarios. Lo más poderoso que tiene la compañía son sus plantas: cinco en Asturias y otra ubicada en Ciudad Real. La gran mayoría de ellas son de grandes dimensiones, cuentan con acceso directo a la red ferroviaria de interés general o con varios cientos de metros de vías ancho 1668 mm con acceso ferroviario a naves.
Además, Jupiter Wagons se compromete a invetir en la fábrica de Álava de Talgo, pero no en los centros de Madrid donde no es posible seguir creciendo, según confirman fuentes cercanas.
Los polacos
El otro candidato a hacerse con Talgo es Polski Fundusz Rozwoju (PFR), el Fondo Polaco de Desarrollo (una especie de SEPI) que controla la empresa ferroviaria Pesa. Hace unos meses, contrató al banco francés Société Générale para lanzar una opa.
La entidad se habría ofrecido a aportar a PFR la financiación necesaria para lanzar la opa y también refinanciar la propia deuda de Talgo.
A su favor cuenta que en septiembre de 2024 el fabricante español firmó un acuerdo de cooperación para la producción de trenes de alta velocidad con Pesa. Dicho acuerdo podría ser muy productivo para el modelo Avril de Talgo.
El Grupo Pesa es el mayor fabricante de material rodante de Polonia. Emplea a casi 4.000 trabajadores en sus plantas de Bydgoszcz y Minsk Mazowiecki. En la actualidad, Pesa produce trenes, locomotoras y tranvías para operadores en la República Checa, Rumanía, Estonia y Polonia. Es decir, fabrica el tren completo.

El CEO de Pesa, Krzysztof Zdziarski y el presidente de Talgo, Carlos Palacio, en la firma del acuerdo sellado entre ambas compañías en septiembre de 2024.
“La combinación complementaria de los portafolios de ambas compañías daría lugar a un líder europeo con una amplia gama de productos y experiencia en la mayoría de los mercados de la Unión Europea”, señalan.
También ofrecen mantener la capacidad industrial y la producción de Talgo en España, así como la posibilidad de dirigirse a un mercado más amplio y a expandirse hacia la creciente región de Europa Central y Oriental, donde se esperan importantes inversiones en la alta velocidad.
Otro punto positivo en su propuesta es que PFR estaría abierta a considerar mantener su sede y su capacidad industrial en España, así como su condición de empresa cotizada en las bolsas españolas.
Asimismo, permanece abierta a cooperar con un potencial coinversor español minoritario y reconoce la relevancia de las raíces vascas de la compañía y buscará una colaboración fructífera con el País Vasco tras la posible transacción.
El Gobierno español
Pero la mayor desventaja de la polaca PFR y la india es el Gobierno español. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no quiere dejar entrar capital extranjero en empresas estratégicas como Talgo. Y, de momento, esa puerta sigue cerrada.
Ese fue uno de los motivos por los que vetó la venta de Talgo a la empresa húngara Magyar Vagon. La oferta de fusión de Skoda también fue rechazada, aunque en este caso por el consejo de administración del propio fabricante.
Cierto es que las relaciones del Gobierno español con el polaco y el indio son mejores que las que había con el húngaro. No obstante, el Ministerio de Transportes sigue cerrando filas con Sidenor.