El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha visitado el primer tren de gran capacidad fabricado por Alstom en Barcelona.

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El frágil pacto entre sindicatos y Transportes por Rodalies no convence ni ERC ni a los trabajadores de Renfe

En 2023 el Gobierno llegó a un acuerdo para frenar otra convocatoria de huelga, pero no se cumplió con lo pactado.

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El Gobierno salva otro match ball en el plano ferroviario. La pasada noche del domingo consiguió a través del Ministerio de Transportes que todos los sindicatos -excepto CGT- desconvocaran las siete jornadas de huelga que se iban a llevar a cabo entre marzo y abril. Una victoria que no convence ni a ERC ni tampoco a los propios trabajadores de Renfe, pero que da al Ejecutivo un plazo de dos años para buscar una fórmula que contente a las dos partes o sólo a una a sabiendas de que puede perder mucho.

Según el acuerdo, la nueva sociedad mercantil Rodalies Catalunya SA con participación conjunta de Renfe Viajeros SA y la Generalitat de Cataluña, formará parte del Grupo Renfe con respeto y garantía de los derechos laborales, incluida la aplicación del convenio colectivo del Grupo. Esto choca con el pacto entre republicanos y socialistas, que establecía que esta sociedad estaría segregada de Renfe Viajeros.

Por lo que ERC ya ha salido a recordar los términos de su trato. En declaraciones a TV3, el presidente del partido político, Oriol Junqueras, aseguró que el pacto para el traspaso de Rodalies con el Gobierno y el PSOE sigue “íntegro” a pesar del acuerdo del domingo para evitar los paros.

Y lanzó una advertencia a los socialistas: “Que ahora usen la fórmula que les parezca oportuna para garantizar los derechos laborales, pero el resultado final tiene que ser el que tiene que ser, lo que estaba pactado”. Es decir, que la nueva compañía pase a estar adscrita a la Generalitat y no a Renfe. De ahí que hayan dado un plazo de dos años.

El Gobierno, por su parte, está tranquilo. “Hay margen de dos años”, reconocen fuentes del Ministerio de Transportes. En ese periodo de tiempo tendrán que buscar una solución que contente a las dos partes. Algo que parece bastante difícil. 

La otra opción es sólo cumplir con una de las partes. Si lo hace con ERC podría verse abocado a una nueva convocatoria de huelga, pero si complace a los sindicatos podría seguir sin presupuestos. 

“De momento no ha habido presupuestos para 2025, ni en la Generalitat ni en el Gobierno español. Y es evidente que si no cumplieran tampoco habrá en 2026”, dijo Junqueras.

Los trabajadores desconfían

Ante este escenario, los empleados del operador público desconfían ya que saben que el Gobierno tendrá que elegir una de esas opciones. De hecho, creen que Rodalies Catalunya acabará siendo una empresa participada más de las muchas en las que está presente Renfe. Eso es lo que ocurre con Logirail, cuyos trabajadores tienen condiciones peores que las de los trabajadores de la empresa pública.

Por ello, lo pactado hace dos días ha dividido a los sindicatos y sus afiliados. De forma pública, el Sindicato del Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) mostró su desacuerdo. Además, no firmó el pacto del domingo y ha mantenido -de forma minoritaria- las movilizaciones contra el traspaso de Rodalies, la línea R1 y la privatización de Renfe Mercancías.

El resto de sindicatos (Semaf, CCOO, UGT y SCF) sí rubricaron su firma. Sin embargo, tal y como ha podido saber este periódico, hay un elevado descontento por parte de los afiliados de estas fuerzas sindicales que, incluso, han llegado a secundar este lunes 17 de marzo la primera jornada de huelga mantenida sólo por SFF-CGT.

En general, ha molestado bastante la desinformación que está habiendo entre el Ministerio de Transportes y Renfe, así como que se llegase a un acuerdo sin consultar a los trabajadores.

De hecho, entre los maquinistas el mosqueo es aún mayor. Tanto que muchos se están dando de baja en Semaf, señalan fuentes cercanas. Hay muchos maquinistas con plaza principal en Barcelona que están en otra provisional en otro destacamento y no saben cuándo les tocará volver. Con el nuevo acuerdo salen perjudicados ya que “paraliza todo durante un año”.

Y en líneas generales denuncian que “no se ha salvado Mercancías, ni la R1” y que “se ha parcheado la situación de Rodalies posponiendo todo hasta el año que viene”.

Pasajeros esperando trenes de Rodalies de Renfe Alberto Paredes - Europa Press

Pasajeros esperando trenes de Rodalies de Renfe Alberto Paredes - Europa Press

Por ello, la plantilla de la empresa pública vaticina que tampoco se cumplirá con lo acordado este domingo de la misma forma que no se cumplió con lo pactado en 2023 para desconvocar otros paros.

Dicho acuerdo -firmado el 23 de noviembre de 2023 con el Ministerio de Transportes- evitó cinco días de paro en los que 1.550 trenes de cercanías y casi 1.000 de mercancías se habrían quedado sin circular.

Allí se pactó mantener las condiciones laborales de los trabajadores de las empresas públicas Renfe y Adif e informar a los sindicatos del proceso de traspaso de Rodalies y de la búsqueda de socio para Renfe Mercancías, entre otras cosas. Este incumplimiento motivó precisamente la convocatoria de estos siete días de huelga.