La receta electrónica será una realidad en la sanidad privada antes de que termine el año. Pasará de proyecto presentado en Sanidad en febrero de este año a un piloto que pondrá en marcha este sistema de prescripción y dispensación entre grupos hospitalarios, farmacias y pacientes "reales".
"Verá la luz" antes de final de año, explicó Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), durante la presentación del curso que comienza en la sede de la entidad.
Si bien hasta el momento se estaban probando los módulos para comprobar que las pantallas, los campos y en definitiva el sistema funcionaba correctamente, "el compromiso es que el piloto llegue antes de final de año y se convierta en estándar para cualquier médico o paciente de la sanidad privada", comentan fuentes cercanas a EL ESPAÑOL.
Las mismas fuentes apuntan que antes de ponerse en marcha se siguen produciendo reuniones para determinar qué hospitales, profesionales médicos y farmacéuticos y qué pacientes van a participar en el piloto real. Además, se están verificando aspectos técnicos y jurídicos, "sobre todo en materia de protección de datos", señalan.
Sin embargo, desde el CGCOF señalan que todos los detalles estarán listos para que la receta electrónica privada empiece a funcionar antes de que termine el año. Además, se trata de uno de los objetivos sanitarios en los que se ha trabajado con prioridad, junto con la interoperabilidad.
Grupo de Trabajo
La llegada de la receta electrónica privada es la conclusión de un grupo de trabajo constituido en septiembre de 2017 en el que participan los Consejos Generales de Colegios de Médicos, Farmacéuticos, Odontólogos, Podólogos, la Fundación IDIS y también las mutualidades Muface, Isfas y Mugeju.
De hecho, en la hoja de ruta del CGCOF presentada este jueves también se incluye la receta electrónica para las mutualidades. La entidad quiere impulsar una estrategia digital en la que además de la prescripción y dispensación electrónica se incluye un nuevo web service para el portal sobre suministro de medicamentos (CISMED).
Con la puesta en marcha del piloto, los responsables señalan que "además de garantizar la interoperabilidad del sistema, se preserva la confidencialidad y el derecho del paciente a la protección de sus datos incluidos en su historia clínica y se asegura el cumplimiento de los requisitos sanitarios obligatorios para las recetas médicas".