Los desabastecimientos de medicamentos han pasado de ser un problema ocasional a convertirse en una situación habitual en las farmacias españolas. Como ejemplo sirve el popular Trankimazin, de Pfizer. Este ansiolítico tranquilizante tiene tales problemas de suministro que su escasez ha sido denunciada por no menos de 2.885 boticas.
Así lo revela el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED) del Consejo General de Farmacéuticos, es decir, el principal órgano de gobierno de esta profesión sanitaria.
Se trata de un sistema de información que se elabora con la información que proporcionan las más de 8.600 farmacias que hay adheridas a él. Se puso en marcha ante la evidencia de que los desabastecimiento de medicamentos en España eran cada vez más frecuentes, lo cual hacía necesario tener un sistema para echar cuentas y dibujar la situación.
Aumento de los desabastecimientos
Y no hay buenas noticias. Según indican desde el Consejo, las faltas de medicamentos en las farmacias aumentaron un 60% durante 2019 en toda España. Concretamente, a cierre de 2019, había 363 fármacos con problemas de suministro.
Además de varias dosis del citado Trankimazin (con el que el problema para el paciente es relativamente pequeño: el farmacéutico puede darle otro medicamento con el mismo principio activo, el Alprazolam), en el top 3 de desabastecimientos están también el Clotrimazol Gine-Canesmed, de la farmacéutica alemana Bayer, para tratar la candidiasis vulvovaginal, y el Masdil Retard, del laboratorio catalán Esteve, para la angina de pecho y la hipertensión arterial.
En resumidas cuentas: aunque son más habituales en el caso de los productos que sirven para tratar enfermedades cardiovasculares y nerviosas, los desabastecimientos son transversales y afectan a todos los grupos terapéuticos.
No se trata de un problema únicamente español. Según la PGEU, la organización equivalente al Consejo General de Farmacéuticos pero a escala europea, los desabastecimientos de medicamentos en las farmacias del viejo continente se agravaron a lo largo de 2019.
Visión de la industria farmacéutica
La industria del medicamento admite que, en España, 18.000 fármacos sufren este problema. Las patronales del sector, a finales del año pasado, acordaron un posicionamiento conjunto en el que indicaban cuáles eran las causas de este problema.
Entre ellos destacan la potencial escasez de suministradores de excipientes y principios activos nacionales y que un gran número de proveedores están situados en países fuera de la Unión Europea.
De hecho, voces de la industria española hace tiempo que vienen avisando de los riesgos que se han corrido Europa en este sentido, puesto que el viejo continente cada vez cuenta con menos productores de principios activos.
Esto ha dado pie a que el mercado europeo se haya quedado huérfano de proveedores de determinados medicamentos esenciales, un bien definido como estratégico por el propio Gobierno.
Factores económicos
En parte esto se debe también a un condicionante económico, al menos en el caso español. Las sucesivas reducciones del precio público o financiado que han sido frecuentes y constantes en determinados productos que ya no están protegidos por la patente (como ha sucedido con determinados antibióticos) provocan que muchos proveedores decidan no 'arrimarse' al mercado español.
Ello provoca que haya pocas compañías en el mercado nacional y que el suministro de dichos fármacos corra mayor peligro de bloquearse ante cualquier incidente. A todo esto hay sumar razones tan lógicas como determinados incrementos de la demanda de determinados fármacos por picos epidemiológicos determinados.
Para abordar esta situación, al menos desde el plano económico, Farmaindustria, la patronal española del medicamento innovador, ha propuesto "recuperar la fabricación nacional de algunos de estos principios activos y fármacos, una opción que también valora la Administración".
Medidas de Aemps
En mayo del año pasado, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) puso en marcha una estrategia para abordar estos desabastecimientos que se tiene desarrollar hasta 2020.
La iniciativa aborda tanto medidas reguladores, garantías de suministro de medicamentos esenciales así como mejoras de la información de los problemas de suministro de cara a la ciudadanía.
Y eso se nota en la web del órgano regulador. No solo recoge el producto que se encuentra con problemas de suministro sino que también indica al paciente cuáles deben ser los primeros pasos a dar así como cuándo está previsto que se termine el desabastecimiento. Veremos cómo evoluciona el problema en este 2020.