La discusión sobre cómo debe ser el futuro de la sanidad en España es tan antigua como el propio sector. Sin embargo, sus actores afirman que, más allá de las crisis y de los cambios tecnológicos que llegue, el porvenir del Sistema Nacional de Salud (SNS) y de la atención que da a los ciudadanos tiene que pasar por una mayor colaboración público-privada y entre los agentes sanitarios.
“Si entendemos que en la sanidad no haya relación entre lo público y lo privado, tenemos un problema de base importantísimo”, ha opinado Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos. “Tiene que haber una manera de trabajar colaborativa entre las diferentes partes, también entre los propios sanitarios”.
“Es imprescindible que haya unos raíles que permitan una colaboración fluida y normal entre sanidad pública y sanidad privada”, ha considerado por su parte Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
En este sentido, el también presidente de HM Hospitales ha advertido de que “la demanda de los pacientes es ilimitada. Lo importante no es dónde se vacune, sino que se vacune”, ha dicho, a modo de ejemplo.
Colaboración
Estas cuestiones se han abordado durante el Forbes SUMMIT Healthcare que se ha celebrado esta semana en Madrid. En este sentido, en el de la colaboración, Abarca ha afirmado que la sanidad privada tiene mucho camino recorrido.
“Nosotros no administramos una demanda, sino que queremos atraer un cliente. Y para eso es imprescindible tener colaboración con otras empresas de otros sectores” para poder ofrecer y gestionar servicios como la telemedicina, por ejemplo.
Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, por su parte, afirma que la colaboración en el sector sanitario “es cosustancial”. Precisamente, el que España haya hecho sus deberes en ensayos clínicos y los esté favoreciendo legislativamente permite la inversión en investigación de los laboratorios y que prueben sus productos en la sanidad española.
Como ejemplo de colaboración, Arnés también ha puesto el acuerdo del Gobierno con la industria farmacéutica para limitar el gasto en medicamentos innovadores pero sin que poner obstáculos a su uso. Una fórmula que, según Arnés, permite un mayor acceso a los medicamentos.
La receta privada, un ejemplo
Aguilar ha insistido en que la colaboración ya existe en el ámbito de la sanidad privada. “Estamos trabajando en la receta electrónica privada, que no existe en ningún lugar del mundo”. Sin embargo, el presidente de los farmacéuticos españoles recuerda que “el ciudadano es uno y quiere una atención sanitaria. Le da igual qué es público y qué es privado”. Por ello, ha considerado que “no se puede tratar de una manera lo público y de otra lo privado”.
Y es que los datos de los pacientes se deben compartir, con su correspondiente anonimización. “Son el nuevo petróleo, y son delicados. Pero deberíamos sentarnos y compartirlos”, ha opinado Abarca para facilitar la mejora atención sanitaria.
Arnés, en este sentido, ha coincidido y ha afirmado que los datos deben servir para mejorar la eficiencia y medir los resultados en salud de procesos y terapias.
También ha hablado de mejorar la gobernanza, ámbito para el que también ha reclamado mejoras Abarca, que ha argumentado que las nuevas tecnologías deben llegar a toda la población “sin inequidades” por comunidades autónomas.