Nace Taurus Healthcare Division para ofrecer soluciones a la pandemia sanitaria

El Grupo Taurus ha decidido adentrarse en el ámbito de cuidado de la salud a través de Taurus Healthcare Division, una nueva unidad de negocio que nace con el objetivo de desarrollar soluciones innovadoras ante la crisis sanitaria propiciada por la Covid-19.

Taurus Healthcare Division ve así la luz en mitad de la pandemia sanitaria siguiendo con el objetivo de la empresa de ofrecer a la sociedad productos innovadores y de calidad. Esta nueva división amplía la actividad del Grupo al sector profesional del cuidado de la salud en un momento único que demanda la implicación de todos los sectores.

"En Taurus llevábamos ya tiempo dándole vueltas a la idea de desarrollar una nueva división que profundizara en el ámbito del cuidado de la salud a nivel profesional. Nuestro catálogo de pequeño electrodoméstico incorpora desde hace mucho tiempo productos relacionados con el bienestar y la salud de las personas, como son tensiómetros o básculas que controlan el porcentaje de grasa y agua corporal, por poner unos ejemplos, o purificadores que eliminan partículas nocivas en el aire que respiramos. La actual pandemia y sus consecuencias han sido un acelerador a esta idea de dar soluciones a los nuevos retos sanitarios”, afirma el director general del Grupo Taurus para Europa, Enric Tria.

Así, Taurus Healthcare Division lanza su primera gama de productos de desinfección e higienización profesional Massive Purity, diseñados y fabricados totalmente en España, para actuar contra el coronavirus y ofrecer espacios seguros libres de virus y bacterias.

Algunos proyectos impulsados desde esta nueva división de la empresa son las lámparas de desinfección de luz UV-C Massive Purity, una pantalla protectora facial Real Shield y el desarrollo de un respirador de emergencia que se pondrá a disposición del conocimiento público para contribuir en la lucha de la pandemia

Las lámparas Massive Purity se establecen como el mejor sistema portátil de desinfección para garantizar superficies y espacios seguros libres de coronavirus, como consultas médicas, hoteles, medios de transporte público, oficinas o instalaciones deportivas, así como diferentes espacios cerrados de uso compartido. Permiten el tratamiento de grandes áreas en breves períodos de tiempo, pudiendo ser reutilizadas justo después del tratamiento de desinfección en un entorno saludable y seguro para usuarios y clientes.

La comunidad científica ha revelado que la luz ultravioleta de amplio espectro es altamente efectiva para inactivar tanto bacterias como virus e impedir su replicación al destruir los enlaces moleculares que mantienen unido a su ADN. Dentro de esos parámetros, Taurus Healthcare ha desarrollado lámparas de desinfección capaces de ofrecer la máxima longitud de onda a 254 nanómetros, el punto más efectivo para acabar con los virus que se encuentren en el ambiente.

Esta tecnología, fabricada en España y avalada por el centro tecnológico de eliminación de patógenos de alta resistencia Eurecat, se está empleando en puntos de todo el mundo como Nueva York o Shanghái, para reducir la propagación de la COVID-19 en espacios públicos.

Las lámparas de desinfección garantizan la seguridad de las personas durante su aplicación, ya que cuentan con detectores de presencia que detienen automáticamente su funcionamiento en caso de entrada accidental en el área de tratamiento, y disponen de arranque en diferido. Además, la compañía ha puesto a disposición un servicio de asesoría personalizado para ofrecer la solución más adecuada según las características y necesidades de cada cliente.

Respirador de emergencia

La nueva división del Grupo Taurus ha logrado diseñar y desarrollar un respirador de emergencia de código abierto basado en el modelo del MIT, que incorpora los sistemas electrónicos de monitoreo y control para asegurar la cadencia respiratoria.

El Grupo unió sus equipos de I+D de México, España y China junto a diferentes empresas de innovación y expertos científicos para dar forma a este prototipo, con el que ya sería posible iniciar pruebas en vivo y que, según los expertos, se podría fabricar en un plazo aproximado de 60 días.