El Consejo de Ministros de este martes ha aprobado la reforma integral del Ministerio de Sanidad, una 'revolución' que incluye el nombramiento de un 'desconocida' Silvia Calzón como secretaria de Estado de Sanidad y la marcha del departamento de Faustino Blanco, secretario general de Sanidad y hasta ahora número 2 del departamento.
El nombramiento de Calzón llega por sorpresa. No se encontraba entre la terna de nombres que se barajaban en los círculos sanitarios. Nacida en Sevilla en 1975, médica especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y actualmente ejercía como epidemióloga de Atención Primaria en el Distrito Sanitario Sevilla.
Su única relación con la gestión sanitaria se produjo cuando ocupó el puesto de Gerente de las Áreas de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba y Sur de Sevilla del SAS. Es doctora por la Universidad de Granada, dentro del Programa Oficial de Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales, Máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria (Universidad de Granada-Escuela Andaluza de Salud Pública), Máster en Economía de la Salud y el Medicamento (Universitat Pompeu Fabra) y Diploma de Especialización en Género y Salud (Universidad de Granada-Escuela Andaluza de Salud Pública).
Además de títulos, Calzón llega con mochila política, concretamente socialista. Fue concejal del PSOE en Utrera entre 1999 y 2003 y candidata socialista a la alcaldía de la localidad andaluza en 2007. También fue diputada en el Parlamento andaluz entre 2004 y 2008.
Está claro que esta epidemióloga llega para cambiar la dirección del Ministerio que dirige Salvador Illa y permitir que todos los esfuerzos se orienten hacia la lucha contra la Covid-19. Para ello, contará con la nueva Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud (SNS), que sustituye a la Secretaría General de Sanidad.
Asumirá competencias sobre "aspectos clave de las políticas públicas sanitarias como los relativos a la innovación en el sistema y la industria sanitaria; la digitalización del Sistema Nacional de Salud; la gestión de la información sanitaria y los proyectos de innovación en el ámbito de la salud", indica Sanidad en un comunicado.
Entre otros objetivos, "abordará los proyectos de modernización, mejora y transformación del SNS tras los retos derivados de la pandemia ocasionada por la Covid-19. En concreto, los relacionados con la salud digital, la interoperabilidad y los servicios en red en el ámbito nacional, europeo e internacional; así como los sistemas de información sanitarios".
Su responsable será Alfredo González, quien ha ocupado diferentes puestos de perfil directivo en los Ministerios de Vivienda, Presidencia, Educación, Cultura y Deporte, Hacienda y Administraciones Públicas y ha sido vicesecretario general de la Presidencia del Gobierno y subsecretario en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Nueva Unidad
De la Secretaría General dependerá una nueva unidad, la Dirección General de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud que estará ocupada por Juan Fernando Muñoz.
Muñoz ocupaba hasta este momento el puesto de subdirector general de Tecnologías de la Información en el Ministerio de Sanidad. Es Licenciado en Informática y Máster en Ingeniería del Conocimiento por la Universidad Politécnica de Madrid y pertenece al cuerpo superior de sistemas y tecnologíasde la información de la Administración General del Estado.
Por lo pronto mantienen sus cargos en las direcciones generales Pilar Aparicio (Salud Pública), Patricia Lacruz (Cartera de Servicios del SNS y Farmacia), Rodrigo Gutiérrez (Ordenación Profesional) y Azucena Martí (Plan Nacional sobre Drogas).
No es este el caso de Faustino Blanco, hasta ahora secretario general de Sanidad que queda totalmente desvinculado del Ministerio de Sanidad , tal y como confirman desde el propio departamento.
Blanco llegó a Sanidad de la mano de María Luisa Carcedo en 2018, tras la dimisión de Carmen Montón como ministra. En un principio, Salvador Illa apostó por mantenerle como su número 2.
Sin embargo, el secretario general se ha ido difuminando incluso desde antes de la pandemia. Ya en plena crisis sanitaria, desapareció casi por completo en las labores de comunicación y gestión de la crisis (al menos, en su cara pública) en favor de un cada vez más mediático Fernando Simón, Raquel Yotti (responsable del Instituto Carlos III) y María Jesús Lamas (directora de la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios).
De hecho, en las últimas semanas, en el sector sanitario se daba por hecha la salida del gestor asturiano, sobre todo después del polémico documento de trabajo en el que se proponía la supresión de las mutualidades sanitarias y al que habría estado directamente vinculado.