Habrá traspaso de la cartera de Sanidad en 2021. Salvador Illa será el candidato del PSC a la Generalitat de Cataluña en las elecciones del próximo 14 de febrero, por lo que el Gobierno deberá buscar un sustituto que se ponga al frente del Ministerio de Sanidad.

El próximo ministro o ministra será el séptimo que dirige Sanidad desde 2015. Las quinielas están abiertas, aunque es la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, la que se perfila como sustituta de Illa, según publica RTVE.

Su nombramiento supondría una continuidad a la gestión del actual ministro, ya que Darias ha participado en todos los Consejos Interterritoriales del Sistema Nacional de Salud desde el inicio de la pandemia. Así, la ministra conoce cómo se manejan las relaciones con las comunidades autónomas en un momento tan delicado como el actual. 

María Luisa Carcedo, exministra de Sanidad. Europa Press

Entre los nombres que podrían incluirse en esta quiniela está también el de María Luisa Carcedo, exministra de Sanidad, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, o Rafael Bengoa, exconsejero de Salud de País Vasco.

Carcedo llegó al Ministerio de Sanidad tras la dimisión de Carmen Montón, sin embargo, Pedro Sánchez prescindió de ella tras su investidura como presidente del Gobierno el pasado mes de enero. Nombró entonces a Salvador Illa, cubriendo así la ‘cuota catalana’.   

Ahora, Sánchez podría rescatarla. Y es que, Carcedo no ha dejado la primera línea. Hace apenas unas semanas, sacaba adelante el que fuera su gran proyecto, la Ley de la Eutanasia. Se perfila, además, como un perfil propicio para el cargo teniendo en cuenta la situación actual de pandemia.

Recordemos que Carcedo es médica, por lo que un perfil sanitario parece que puede ofrecer más seguridad en un momento en el que España ya ha iniciado la campaña de vacunación contra la Covid-19. También médica es la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero. Si fuese nombrada sustituta de Illa y mantuviera la portavocía Sánchez tendría a alguien de su máxima confianza en ese puesto, aunque habría que buscar sustituto para una cartera tan sensible como Hacienda.

Montero, que la ocupa desde el primer gobierno Sánchez, tras la moción de censura de 2018, ha culminado 2020 logrando aprobar sus primeros Presupuestos Generales del Estado.

Con esa misión cumplida bien podría recalar en otra área de responsabilidad, adecuada además tanto a su perfil académico como a su amplia experiencia en la gestión sanitaria en su tierra, Andalucía. En la Junta fue consejera de Salud tras haber ocupado también importantes cargos directivos en dos hospitales de la red pública andaluza. 

Si Montero finalmente fuese nombrada ministra de Sanidad, supondría para ella una degradación. Y es que, pasaría de liderar uno de los ministerios más poderosos, como es el de Hacienda, a hacerlo en otro que, cuando termine la pandemia, previsiblemente perderá todo el foco. 

Otro de los nombres que aparece siempre en las quinielas es el de Rafael Bengoa. Médico de profesión, fue también Consejero de Sanidad y Consumo de País Vasco entre 2009 y 2014 y asesor sanitario de Obama.

Rafael Bengoa, en una foto de archivo. Europa Press

Cuenta con experiencia en gestión sanitaria. De hecho, es considerado uno de los padres del actual sistema sanitario de País Vasco, Osakidetza. Su nombramiento tampoco supondría una sorpresa.

Parece menos probable que haya ascensos dentro del equipo actual del Ministerio de Sanidad. Aunque Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad, se ha convertido en un perfil mediático durante la pandemia, llegó hace poco más de cuatro meses al departamento. Sin embargo, el nombramiento de Illa también fue una sorpresa…

Equilibrios

La sustitución de Illa lleva aparejado otro equilibrio, el de que el PSC mantenga, como es tradición, una cartera en el Ejecutivo central. Y ahí es dónde aparece en las quinielas el mismo Miquel Iceta, el actual líder del PSC que ha dado un paso al lado de cara a las autonómicas del 14 de febrero.

Ya en 2019 Sánchez intentó que presidiera el Senado, una posibilidad que frustró ERC boicoteando su designación en el Parlament para la Cámara Alta. Su salto a la política nacional podría llegar ahora. El ministerio de Política Territorial que Darías dejaría vacante se ajusta a su perfil político. Más aún en un momento de entendimiento con los nacionalistas catalanes, que como ERC o los diputados del PdeCat han votado a favor de los Presupuestos.