La Unión Europea redobla la presión sobre AstraZeneca obligándole a publicar el contrato de compra anticipada de vacunas contra la Covid-19, que hasta ahora era confidencial. Un contrato de 870 millones de euros, según el diario alemán Der Spiegel.
Según esta publicación el valor de los bienes incluye todos los costes y gastos directos e indirectos incurridos por AstraZeneca en la producción y distribución de la vacuna. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, los costes de mano de obra y materiales, funcionamiento de las instalaciones y equipos, control de calidad, impuestos indirectos no deducibles, impuestos de aduana, etc.
AstraZeneca, dice también ese texto desvelado por Der Spiegel, no debería incurrir en pérdidas por el suministro de la vacuna. Si los costes superan los 870 millones de euros previstos, la empresa debe informar a la Comisión. Si el aumento es del 20% o más, AstraZeneca tendrá que demostrarlo.
En el contrato se puede comprobar además cómo la farmacéutica se compromete a entregar todas las vacunas sin importar la planta de producción. En concreto, deja claro que el compromiso de la farmacéutica por llevar a cabo su mejor esfuerzo productivo incluye sus plantas situadas en la Unión Europea, pero también las dos ubicadas en Reino Unido, así como otras que puedan estar ubicadas fuera de los Estados miembros.
El documento es claro, la prioridad de AstraZeneca debe ser el suministro de las vacunas a Europa, para lo que la farmacéutica se compromete a recurrir a esas plantas ubicadas fuera del ámbito europeo si fuera necesario.
En contra de lo que ha defendido durante estos días el laboratorio, los "mejores esfuerzos" productivos hacen referencia al periodo previo a la aprobación de la vacuna. Es decir, una vez que esta recibe la aprobación para ser comercializada, AstraZeneca se compromete a cumplir con los términos acordados.
Además, tal y como se menciona en el texto publicado por la Comisión Europea, AstraZeneca no tiene ninguna obligación con terceros o que pueda entrar en conflicto con el abastecimiento acordado con la Unión Europea. Lo cual dejaría sin efecto el argumento de la farmacéutica por el cual defienden la imposibilidad de traer dosis desde Reino Unido.
Se trata de una versión con muchos tachones que se han pactado con la compañía para proteger los datos más sensibles desde el punto de vista empresarial. El resultado es que los datos más importantes siguen sin poder conocerse: precio, cantidades por trimestre y plazos de entrega.
Bruselas y AstraZeneca están en guerra abierta desde que el laboratorio anunció el pasado viernes que reducía de forma drástica el suministro de vacunas a la UE durante el primer trimestre. En lugar de los 100 millones de dosis prometidas, entregará una cuarta parte, según fuentes comunitarias. Pero la versión del contrato publicada no permite verificarlo porque se han borrado las cifras.
La empresa asegura que el retraso se debe a problemas en una planta en Bélgica. El Ejecutivo comunitario no se cree esta excusa y sospecha que AstraZeneca ha desviado las vacunas prometidas a la UE y fabricadas en territorio comunitario a Reino Unido y otros países. En total, la UE ha comprado 400 millones de dosis de su vacuna contra la Covid.
El Parlamento Europeo ha criticado con dureza el oscurantismo en torno a los contratos firmados por Bruselas con las farmacéuticas. Los eurodiputados consideran que las cláusulas de confidencialidad impiden controlar adecuadamente su cumplimiento. En este sentido, la versión expurgada del contrato con AstraZeneca publicada este viernes no resuelve los problemas.
La disputa sigue lejos de resolverse. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, asegura que la compañía sigue sin dar una "explicación plausible" de por qué ha recortado drásticamente las entregas a la Unión Europea. "Queremos saber qué está pasando". La farmacéutica tendría que haber producido ya por contrato las dosis destinadas a la UE y Bruselas exige saber dónde han ido a parar.
Von der Leyen asegura que la cláusula de "mejor esfuerzo" incluida en el contrato en la que se escuda el consejero delegado, Pascal Soriot, no exime al laboratorio de hacer las entregas en los plazos acordados. "El mejor esfuerzo se aplica mientras no estaba claro si ellos podrían desarrollar o no la vacuna. Ahora ya hemos superado ese momento. La vacuna está aquí", ha explicado en una entrevista en la radio alemana Deutschlandfunk.
"Con el desarrollo de una vacuna que funciona y es segura, hay cantidades muy claras de entregas tanto para diciembre del año pasado como para el primer, segundo y tercer trimestre. Están en el contrato. Y están también las plantas de producción que supuestamente deben fabricar estas cantidades", insiste Von der Leyen. Dos de las plantas están en Reino Unido y por eso Bruselas exige a AstraZeneca que le envíe vacunas desde allí.
"Son pedidos vinculantes y el contrato es muy claro. Además, AstraZeneca nos ha dado garantías expresas en este contrato que no hay otras obligaciones que puedan impedir el cumplimiento del contrato, y eso es lo que nos importa", dice la presidenta. Por eso, la UE rechaza el argumento de AstraZeneca de que Reino Unido firmó otro contrato tres meses antes y por eso tiene prioridad. "No hay un orden en el contrato", resalta Von der Leyen.
"Lo que nos irrita es que AstraZeneca, a diferencia de lo que ha pasado con otras compañías, nos ha informado con muy poca antelación, en concreto hace una semana, que van a reducir drásticamente las entregas prometidas para el primer trimestre y no nos han dado motivos comprensibles para que podamos entender por qué no pueden usar los frascos en stock", se queja la presidenta.