El pasado 27 de diciembre comenzaba en España la campaña de vacunación contra la Covid-19. Aunque antes de que llegasen los primeros antígenos a nuestro país, la población era más reticente a inmunizarse, ahora el 80% de los españoles afirma que se pondría la vacuna. Además, España es el país europeo más a favor de que la vacunación sea obligatoria.
Así se desprende del estudio de Ipsos en colaboración con el Foro Económico Mundial (WEF), en el que se observa que España se posiciona como el país a nivel mundial, junto con Italia, donde más se ha incrementado la intención de vacunarse desde diciembre ahora.
También ha aumentado el porcentaje de personas que se vacunarían inmediatamente. Un 60% de los españoles lo haría de inmediato, siendo el segundo país del mundo, por detrás de Reino Unido y México, más dispuesto a vacunarse en cuanto se pueda.
Temor a los efectos secundarios
Aunque la predisposición para vacunarse mejora y es elevada en la mayoría de los países, buena parte de la población se muestra todavía con cierta reticencia hacia las vacunas que ya están disponibles en el mercado.
En el caso de España, la principal preocupación es la de los posibles efectos secundarios que todavía no se conocen (39%), siendo así el país europeo más preocupado en este sentido, aunque en línea con el resto: Italia (36%), Alemania (35%) y Francia (35%).
Como ya hemos visto en otras oleadas, otra de las barreras a las que se enfrenta la vacuna es la desconfianza que genera en algunos ciudadanos la rapidez con la que se ha avanzado en las fases de los ensayos clínicos, motivo que menciona el 32% de los españoles que se muestran reticentes a vacunarse.