Bruselas pacta con Pfizer adelantar al segundo trimestre la entrega de 10 millones de vacunas
El laboratorio suministrará a la UE hasta 200 millones de dosis entre abril y junio en un intento de compensar los problemas de AstraZeneca y Janssen.
16 marzo, 2021 11:29Noticias relacionadas
Bruselas maniobra en busca de soluciones a la escasez general de vacunas en la UE y a los problemas de AstraZeneca y Janssen, que han sumido en el caos la campaña de vacunación en territorio comunitario. La Comisión Europea ha anunciado este martes un acuerdo con Pfizer-BioNTech para adelantar al segundo trimestre del año la entrega de 10 millones de dosis de su inyección contra la Covid-19. Es el laboratorio que hasta ahora ha resultado más fiable en su suministro a la UE.
Esta entrega acelerada de 10 millones de dosis elevará las inyecciones totales de Pfizer-BioNTech entre abril y junio a un total de 200 millones. A España le corresponde alrededor del 10% de esta cantidad: es decir, nuestro país recibirá 20 millones de dosis de la vacuna de Pfizer en el segundo trimestre, hasta el inicio del verano.
Las dosis extras saldrán de la opción de compra de 100 millones de dosis prevista en el segundo contrato firmado por Bruselas con Pfizer-BioNTech, cuya entrega estaba inicialmente prevista para la segunda mitad de este año. En total, la UE ha adquirido 600 millones de dosis de la vacuna de este laboratorio.
"Sé lo crítico que es el segundo trimestre para el despliegue de las estrategias de vacunación en los Estados miembros. Es una muy buena noticia. Da a los Estados miembros margen de maniobra y para colmar los problemas en las entregas", ha dicho la presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, en un comunicado.
Von der Leyen se encuentra en el ojo del huracán por su gestión de la compra centralizada de vacunas para la UE, que va de tropiezo en tropiezo. La propia presidenta ha entonado el mea culpa y ha admitido que subestimó los problemas de producción a gran escala de antígenos en territorio comunitario. El resultado es que la Unión va muy por detrás de Israel, Reino Unido y Estados Unidos en la protección de su población.
AstraZeneca y Janssen
El principal problema para la UE ha sido AstraZeneca. El laboratorio anglosueco ha recortado drásticamente las entregas prometidas a los Estados miembros durante el primer trimestre. De los 100 millones de dosis que figuraban en el contrato, la compañía anunció que sólo podría suministrar 40 millones. Al final la cifra será todavía más baja: 30 millones. Las dificultades persistirán durante el segundo semestre: AstraZeneca sólo enviará 76 millones en lugar de los 180 millones prometidos.
A ello se suma que un gran número de Estados miembros -entre ellos España, Alemania, Francia o Italia- han suspendido temporalmente la administración de esta vacuna como medida de precaución tras varios casos de trombosis. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) desaconseja detener la campaña de vacunación e insiste en que los beneficios de la inyección superan a los riesgos. Para el jueves ha anunciado un dictamen detallado sobre la seguridad de la inyección.
Los Estados miembros tenían grandes esperanzas en la vacuna monodosis de Janssen, que fue aprobada la semana pasada por la EMA, para compensar los problemas de AstraZeneca. Pero las entregas no empezarán hasta la segunda semana de abril y el laboratorio ya ha avisado a Bruselas que está teniendo problemas de suministro que hacen peligrar los 55 millones de dosis previstos para el segundo trimestre.
El último quebradero de cabeza para Von der Leyen es la queja de varios países, liderados por Austria, de que algunos Estados miembros están recibiendo más vacunas que otros, incumpliendo el criterio de reparto basado en la población. "Malta ha administrado dosis de vacunas equivalentes a casi el 30% de la población, Bulgaria ni siquiera al 5%. Eso contradice la idea de abastecer por igual a los 450 millones de europeos", ha escrito este martes el primer ministro austriaco, Sebastian Kurz, en Twitter.
Bruselas le ha replicado que el problema se debe a que algunos Estados miembros renunciaron a comprar las vacunas que les correspondían y otros adquirieron las dosis sin dueño. La vuelta al reparto original basado en la población es una decisión que deben adoptar los propios líderes europeos.