La sanidad privada tiene claro su potencial dentro del sistema sanitario de España y más en una época tan complicada como la pandemia de la Covid-19. Por ello, presentan anualmente su informe Sanidad Privada, Aportando Valor: Análisis de la situación 2021. Un documento en el que el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad Privada (Fundación IDIS) reclama su posición como muleta y no "enemigo" de la sanidad pública con datos.

La fundación calcula un ahorro de 12.676 millones de euros a las Administraciones Públicas en el año de la pandemia. La cifra, si se compara con la anterior edición (11.000 millones de euros), se ha incrementado en 1.348 millones de euros. O, lo que es lo mismo, el Estado se ha ahorrado un 10.63% más que en 2020.

Así lo han destacado Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS; Ángel de Benito, secretario general de la Fundación IDIS; y Marta Villanueva Fernández, directora general de la Fundación IDIS, en una rueda de prensa telemática este martes.

Villanueva ha explicado que, durante el año de la pandemia de la Covid-19, los asegurados a los sistemas privados de salud se han incrementado hasta alcanzar los 9,2 millones de asegurados. Personas que "deciden hacerse copago y descargar de trabajo al sistema público".

De esta forma, se estima que el aseguramiento sanitario privado ahorra al Sistema Nacional de Salud (SNS) entre 506 y 1368 euros por paciente al año. Esto supone una horquilla de ahorro que va desde 4.680 millones de euros (si el paciente hace un uso mixto) hasta 12.676 millones de euros (si solo usaran sanidad privada)

Con los datos en la mano, Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, ha reclamado a las instituciones sanitarias que la privada tenga un mayor reconocimiento pues "no se debe ver a la privada como un amenaza".

"El sistema sanitario privado nunca ha querido ser una alternativa al servicio público, sino un apoyo", ha remarcado el presidente del IDIS ante las denuncias de determinados partidos políticos, como Unidas Podemos, contra este sistema de acceso a la salud.

441 hospitales

Concretamente, este último año entre el 20 y el 30% de la actividad sanitaria del país se ha realizado en el entorno de la sanidad privada. Un sistema que cuenta con más hospitales que la sanidad pública (441 hospitales privados frente a 343 públicos) y con una mayor apuesta por la "innovación y la vanguardia tecnológica".

En términos generales de país, Marta Villanueva ha explicado que el gasto sanitario general supone un 9% del PIB. Sin embargo, de esta cantidad, sólo el 6,3% es dinero público, mientras que la aportación de la privada es del 2,7%.

Pero esta inversión a nivel local nada tiene que ver si se extrapola a los países de la OCDE. En ese entorno, la puesta que el sector privado tiene es "más elevada que la media de la OCDE". Concretamente 6 puntos por encima. "El gasto sanitario privado ha evolucionado a una tasa de crecimiento anual compuesto del 3%, dos puntos porcentuales por encima del gasto sanitario público".

Durante el año de pandemia, la sanidad privada ha visto como crecían el número de asegurados hasta los 11 millones de personas, contando con el mutualismo administrativo. Es decir, aquellos trabajadores adscritos a los modelos de Muface, Mugeju e ISFAS. "El incremento es de un 4,4% respecto al año anterior".

Tener tantos mutualistas (y haber sido un bastón en el que se ha apoyado la pública durante los meses más duros de la pandemia) hace que el 30% de las intervenciones quirúrgicas complejas de España se hayan realizado en la sanidad privada. Además, se ha tratado una de cada cinco consultas y una de cada cuatro urgencias.

Todo ello con un equipo cada vez más amplio; hasta 278.291 profesionales del sector sanitario. De ellos, 64.007 médicos, 69.573 enfermeros y 114.711 otros perfiles profesionales.

En la era Covid uno de los mayores avances ha sido la sanidad digital, un hecho en el que los miembros del IDIS afirman que la privada ha ido en cabeza. La telemedicina en la sanidad privada ha crecido en un 153% respecto al inicio de la pandemia.

Según sus datos, el 70% de las consultas actuales no requerían presencialidad, por lo que se ha aliviado la presión asistencial. "Es un área en la que sabemos que hay que hacer mejoras e incrementar su uso. Sin prisa y sin pausa".