Este miércoles, Estados Unidos anunciaba su intención de apoyar la propuesta de liberar las patentes de las vacunas contra la Covid-19. Una iniciativa -presentada por India y Sudáfrica- que lleva meses debatiéndose en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Ahora, el cambio de postura del Ejecutivo de Joe Biden puede ser “determinante” para lograr el consenso, según han explicado fuentes de la OMC a Invertia.
Sin embargo, para liberar las patentes, hará falta el beneplácito de todos los países: “Las decisiones de la OMC se toman por consenso”, han recordado estas mismas fuentes. Aunque habría otra vía: “Las normas de la organización contemplan la posibilidad de un voto, pero esto solo ha ocurrido una vez en los primeros meses de existencia de la OMC y es poco probable que vuelva a ocurrir”, han reconocido.
Cabe recordar que la última reunión de la OMC -celebrada el pasado 30 de abril- terminó sin que los países llegasen a un consenso. Un debate que se celebró en un contexto en el que la presión social y política por la exención de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus se había ido incrementado en las últimas semanas.
Unión Europea
Hasta ahora, la Unión Europea también se había posicionado -al igual que Estados Unidos- en contra de liberar las patentes de las vacunas contra la Covid. Sin embargo, tras el anuncio de la administración de Biden, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha asegurado que los Estados miembros están dispuestos a discutir las propuestas de Estados Unidos.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete tienen previsto discutir la suspensión de las patentes de las vacunas durante la cumbre informal que celebran a partir de mañana en Oporto.
"La UE está dispuesta a discutir cualquier propuesta para afrontar la crisis de forma eficaz y pragmática y por eso estamos dispuestos a discutir cómo la propuesta de EEUU de suspender la protección de la propiedad intelectual para las vacunas Covid puede ayudar a alcanzar ese objetivo", ha dicho Von der Leyen en un discurso.
"No obstante, a corto plazo pedimos a todos los países que producen vacunas que permitan las exportaciones y que eviten medidas que perturban las cadenas de suministro", ha subrayado.
Siguientes pasos de la OMC
Tal y como han explicado las fuentes de la OMC consultadas por Invertia, “el siguiente paso será ver en qué consiste la revisión de la propuesta anunciada por Sudáfrica e India, en la que el cambio de postura de Estados Unidos tendrá un impacto”.
Este nuevo texto se circulará entre los miembros y se convocará una nueva reunión en la segunda mitad de mayo, en una fecha aun por determinar. Este encuentro será informal, es decir, no se tomarán decisiones ni se registrarán actas, pero servirá como una toma de posición previa de los miembros y será la antesala de la reunión formal que se celebrará los días 8 y 9 de junio.
La posición de la industria farmacéutica
El viraje de Estados Unidos con respecto a la exención de patentes de las vacunas no ha sentado nada bien a la industria farmacéutica. La patronal estadounidense de este sector (Phrma) ha señalado que la decisión de la administración de Biden “socavará la respuesta global a la pandemia y comprometerá la seguridad, además de debilitar las cadenas de suministro”.
Asimismo, Phrma ha advertido en un comunicado que la exención de la propiedad intelectual “fomentará la proliferación de vacunas falsificadas”.
Por su parte, la directora general de la patronal europea de la industria farmacéutica (Efpia), Nathalie Moll, ha tachado de “miope e ineficaz” la decisión de Estados Unidos porque “pone en peligro el progreso logrado con tanto esfuerzo en la lucha contra el coronavirus”.
Asimismo, ha recordado que “el aumento de la capacidad de producción de dosis requiere de habilidades y conocimientos técnicos de la compañía desarrolladora”. Además, ha alertado de que esta decisión “es un riesgo por el desvío de materias primas y suministros hacia fabricantes menos eficientes en los que la productividad y la calidad puede ser un problema”.
Si la OMC llegase a un consenso, “la liberalización eliminaría los incentivos para que las empresas continúen investigando sobre nuevas variantes, nuevos tratamientos y vacunas para combatir el coronavirus. Y al mismo tiempo, no lograría aumentar la capacidad mundial para fabricar vacunas contra la Covid-19 y anularía cualquier respuesta basada en la innovación en futuras pandemias”, ha concluido Moll.
También la patronal de la industria farmacéutica española se ha pronunciado al respecto. En un comunicado, Farmaindustria ha advertido de que "una exención, aunque sea temporal, de estos derechos es errónea, porque no es la solución al acceso de todos los países a las vacunas de forma rápida y equitativa, como requiere la situación actual, y porque puede acarrear graves efectos no deseados".
En este sentido, defienden que los acuerdos de colaboración con transferencia de tecnología que ha firmado la industria con empresas con capacidad de participar en la producción "está permitiendo triplicar la capacidad de producción mundial y alcanzar los 12.000 millones de dosis anuales, que es lo que se precisa para lograr la inmunidad de grupo en todo el planeta".