La compañía de equipos médicos Philips ha retirado del mercado varios dispositivos de respiración y ventiladores para la apnea del sueño debido a que la espuma que utilizan para amortiguar el sonido podría degradarse y volverse tóxica.
Según ha explicado la empresa en un comunicado, esta espuma utilizada puede "degradarse y emitir pequeñas partículas que irritan las vías respiratorias". Los gases liberados "pueden ser tóxicos y efectos cancerígenos", entre otros riesgos.
Las estimaciones de Philips cifran entre tres y cuatros millones los dispositivos a retirar. Este problema eleva el coste para la compañía a 500 millones de euros, según recoge Reuters.
"Vamos a poner toda nuestra capacidad para reemplazar y reparar estas unidades", ha señalado el presidente ejecutivo de Philips, Frans van Houten. Eso "tiene como consecuencia que no podremos atender a nuevos clientes".
El portavoz de la compañía, Steve Klink, dijo que alrededor del 80% de los dispositivos afectados eran utilizados para ayudar a las personas con apnea del sueño, conocidas como máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP). Se recomendó a los usuarios que detuvieran su uso.
El otro 20% de los dispositivos afectados fueron ventiladores. Los médicos y pacientes que usan ventiladores de soporte vital deben considerar primero si el peligro potencial de la espuma supera a otros riesgos, según ha explicado la compañía en un comunicado.
"Philips ha recibido informes de un posible impacto en el paciente debido a la degradación de la espuma, aunque hasta la fecha, no ha habido informes de muertes como resultado de estos problemas", ha añadido.
El portavoz Klink dijo que Philips había recibido algunas quejas sobre los dispositivos, que representan el 0,03% de los vendidos en 2020.