El sector de la reproducción asistida también ha sufrido el impacto de la pandemia. La facturación de las clínicas privadas ha caído cerca de un 6% en 2020, hasta los 460 millones de euros. Ahora, el sector mira hacia su recuperación y la fía a los tratamientos que se aplazaron por la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
La pandemia ha supuesto “un frenazo de la evolución ascendente que había registrado este sector en los últimos años”, ha explicado Vicky Yagüe, responsable de estudios sectoriales de DBK Informa. Y es que, hay que tener en cuenta que estas clínicas tuvieron que cerrar entre dos y tres meses al inicio de la crisis sanitaria.
Debido al frenazo de la actividad, se dejaron de realizar 14.000 técnicas de reproducción asistida en toda España. Traducido en posibles nacimientos, puede significar 4.000 niños menos, según los datos aportados por Antonio Urríes, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Zaragoza.
“Cuando la actividad se retomó, hemos observado una aceleración en la recuperación de todos los servicios”, ha añadido Yagüe en conversación con Invertia. “Pronosticamos un repunte de la demanda para este año, principalmente porque se recuperarán los tratamientos que se aplazaron en 2020”.
Desde la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida de España (Anacer), su presidente, Ignacio Mazzanti, ha explicado que “la actividad todavía no se ha recuperado a niveles de antes de la pandemia, entre otras cosas porque hay un déficit de pacientes internacionales debido a las restricciones en los viajes”. Sin embargo, esperan volver a tener el ritmo previo a la crisis sanitaria en este 2021.
En concreto, la consultora prevé un crecimiento de un 6,5% para 2021. Para 2022, el incremento se situará en torno a un 4%, “porque el impacto económico de la pandemia sí puede afectar a la demanda de los servicios de reproducción asistida”, ha argumentado Yagüe.
Según los datos de DBK Informa, en 2018 el crecimiento de este sector fue de un 5,5% y en 2019 de un 5,8%. A pesar de que en 2022 no se alcancen los niveles previos a la pandemia, Yagüe ha señalado que esta industria “tiene todavía un gran potencial de crecimiento”.
Brotes verdes
Las empresas también comienzan a ver esos brotes verdes tras cerrar 2020 con una caída generalizada de la facturación, aunque no se ha dado la misma situación en todas las compañías.
En el caso de Ovoclinic, la compañía malagueña no frenó su actividad y asegura que cerró 2020 con “excelentes resultados”. La empresa impulsó un servicio de telemedicina para que los pacientes pudieran continuar o iniciar sus tratamientos desde casa.
Por su parte, el director general médico de IVI, Antonio Requena, ha señalado que “tras la pandemia nuestra actividad se recuperó de forma muy positiva, siendo parecida al año previo”.
También Quirónsalud ha recuperado la actividad. "En estos momentos, estamos en un repunte y realizando los tratamientos que no se hicieron el año pasado", ha indicado Urríes.
Y el potencial de crecimiento también se ve en las adquisiciones. El pasado 24 de junio, Axes Health, un holding estratégico internacional centrado en el desarrollo y la gestión de centros sanitarios de primer nivel en los campos de la fertilidad y la salud de la mujer, anunció la adquisición de Reproclinic y Ovoclinic Barcelona.
El objetivo es fusionar ambas entidades y crear un centro de primer nivel en el centro de Barcelona, bajo el nombre de Reproclinic Barcelona, según explicó la compañía en un comunicado.
El sector
El peculiar sector tiene un reducido tejido empresarial. Desde clínicas con presencia en todos las regiones de España a empresas con un par de oficinas. Tres de las más importantes a nivel nacional son IVI, Ovoclinic y Quirónsalud, cuyos responsables han explicado a Invertia las tripas del negocio de la reproducción asistida según sus experiencias.
IVI fue fundada en Valencia en 1990 en el seno del Hospital Clínico de Valencia donde un equipo de profesionales plantearon crear un grupo privado de medicina reproductiva. En 2017 se fusiona con la RMA y pasa a convertirse en el mayor grupo de reproducción asistida del mundo. Cuenta con más de 2.500 empleados y está presente en nueve países con más de 60 clínicas.
En el caso de Ovoclinic, la empresa se funda en Marbella en 2012 y poco a poco va ampliando su red de clínicas hasta estar presente en Madrid, Milán, Barcelona y Ceuta. En 2013 crea su banco de óvulos propio bajo el nombre Ovobank, el primer banco de óvulos de Europa. En la actualidad cuenta con 120 trabajadores frente a los 12 con los que empezó la empresa.
Ambas clínicas coinciden el perfil del cliente que acude para contratar sus servicios. El 75% de los pacientes corresponden a matrimonios y/o parejas heterosexuales. Casi un 20% son mujeres que se plantean afrontar la maternidad en solitario, un porcentaje que ha crecido de forma “exponencial” año tras año. Se trata de mujeres que acuden solas, que quieren preservar su fertilidad o que no son fértiles.
El portavoz de Quirónsalud también coincide: "En los últimos años hemos tenido un incremento muy importante de mujeres sin pareja masculina, aunque mayoritariamente acuden a las clínicas parejas heterosexuales".
Los motivos para acudir a este tipo de clínicas son muy diversos. “Tratamientos fallidos en otras clínicas de reproducción asistida, las listas de espera para tratamientos en otras clínicas o el hecho de tener un banco de óvulos propio que permite optimizar los tratamientos y no tener lista de espera para buscar a la donante idónea”, explican desde Ovoclinic.
Urríes también ha destacado el incremento de la edad a la que las mujeres deciden ser madres, que actualmente se sitúa en 39 años, mientras que hace diez años la media era de 35 años. Con esta subida de la edad media, el portavoz de Quirónsalud recomienda "guardar los óvulos para tener una posibilidad de futuro".
El proceso
“Cualquier mujer o pareja que acude a nuestro centro tendrá una primera visita que nos servirá para hacer un diagnóstico del problema que pueda tener. Tras esto, hay una recomendación de tratamiento para que al final sean los pacientes los que con el asesoramiento médico decidan de forma conjunta con su doctor”, detalla a Invertia el director general médico de IVI, Antonio Requena.
Cuando los pacientes se deciden por el tratamiento, según completa Ovoclinic, comienza la coordinación de todo el equipo. Su objetivo es que el embrión fecunde y que, al ser transferido en el útero de la paciente, se implante y de lugar al embarazo. El trabajo continúa con el seguimiento y, si el paciente lo desea, con la congelación de los embriones para que puedan ser utilizados en futuros tratamientos.
A la hora de hablar de precios, la cosa varía dado que depende de múltiples factores. “Depende del tipo de tratamiento y las necesidades que tenga cada paciente”, explican desde IVI. En su caso, cuentan con todos los tratamientos permitidos por la ley: fecundación in vitro, ovodonación, inseminación artificial o preservación de la fertilidad. La situación se repite en Ovoclinic que cifra en 600 euros el tratamiento de inseminación artificial.
Ambas clínicas coinciden en los planes de financiación que cuentan para costear los tratamientos. “Todos aquellos pacientes nacionales que tengan que someterse a tratamientos con importe de 2.500€ o más pueden optar por la financiación hasta cinco años”, detalla Ovoclinic. En el caso de IVI, la financiación es personalizada hasta 12 meses sin intereses ni comisiones.
Con tasas de éxito que superan el 85%, una de las claves de los buenos resultados es la tecnología. “Los avances tecnológicos son decisivos en el éxito de los tratamientos: incubadores de nueva generación, sistemas time-lapse, nuevos medios de cultivo…”, enumera el director general médico de IVI. Por su parte, Ovoclinic cuenta con Ovomatch, una app basada en un algoritmo matemático para buscar en su extensa base de datos las donantes.
¿Avance de la ley?
La actual ley española 14/2006 de reproducción humana asistida supuso un avance científico y técnico respecto al resto de legislaciones de otros países. Esta es la opinión de las empresas consultadas, las principales del sector. Coinciden en que España es uno de los países más avanzados en este sector. “Pacientes de Italia, Francia o Suiza vienen expresamente para realizarse su tratamiento”, avanzan Ovoclinic.
Pese a las bondades de las que presume el sector, empresas como IVI piden ir más allá. “Quizá podría plantearse la regulación de la subrogación uterina en casos médicos seleccionados, pero en general planteamos muy pocos cambios de nuestra ley”, opina el director general médico de IVI, Antonio Requena.