Hace apenas una semana, CureVac anunciaba la renuncia a su vacuna contra la Covid tras los malos resultados de eficacia logrados. El fracaso de este antígeno se suma al retraso de la aprobación del que ha desarrollado Novavax. A pesar de ello, el suministro de dosis de la Unión Europea (UE) no corre peligro.
Sin contar con las vacunas de CureVac (400 millones) y de Novavax (200 millones), los países miembros se han asegurado 3.700 millones de dosis, según cifras recopiladas por Unicef. Una cantidad que es más que suficiente para inmunizar cuatro veces a la población de la Unión Europea, que alcanza los 447,7 millones de personas.
De estos 3.700 millones de dosis, 2.400 millones los enviará Pfizer. Es decir, la UE fía casi el 65% de su suministro de vacunas al laboratorio estadounidense. El resto lo completan Moderna, AstraZeneca, Janssen y Sanofi-GSK.
En concreto, el contrato entre la Unión Europea y Moderna contempla la compra de 460 millones de dosis; con AstraZeneca, de 300 millones; con Janssen, de 236,7 millones; y con Sanofi-GSK, de 300 millones de vacunas contra el coronavirus.
Cabe recordar que el antígeno que están desarrollando de manera conjunta Sanofi y GSK todavía no ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento. De hecho, esta vacuna está todavía en fase de ensayo clínico, aunque las farmacéuticas esperan que esté disponible en el último trimestre de 2021.
Por el momento, los resultados de los ensayos clínicos indican que el antígeno produce una fuerte respuesta inmune en todos los grupos de adultos evaluados, entre los 18 y los 95 años.
Por su parte, la Unión Europea ha renunciado a ejercer la opción de compra de dosis adicionales de la vacuna de AstraZeneca, después de que el laboratorio anglosueco no haya cumplido con los plazos de entrega. De hecho, no será hasta marzo de 2022 cuando AstraZeneca termine de entregar los 300 millones de dosis acordados con la Comisión Europea. Un hecho que tampoco supone un problema para el suministro de la UE.
CureVac y Novavax
En lo relativo al fracaso de CureVac, los países miembros contarán con 400 millones de vacunas contra la Covid menos. Al menos, por el momento.
Aunque haya renunciado al desarrollo de este antígeno, sí continúa con el ensayo clínico de su vacuna de segunda generación, basada en ARN mensajero y que está desarrollando junto a GSK. Las compañías esperan que esté lista para el próximo año.
De hecho, el laboratorio asegura que mantiene el contacto con la Comisión Europea para evaluar la posibilidad de aprovechar los compromisos adquiridos para su vacuna de segunda generación.
Por su parte, la aprobación de la vacuna contra la Covid de Novavax está todavía pendiente. La razón de que la Agencia Europea del Medicamento no haya dado todavía su visto bueno a este antígeno radica en la poca capacidad de producción del laboratorio.
Así lo confirmó María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) durante su intervención en el II Simposio del Observatorio de la Sanidad. La compañía “ha hecho un esfuerzo enorme, pero hasta ahora no ha conseguido tener una capacidad de producción suficiente para conseguir una autorización de comercialización”, explicó.
Volviendo a las cifras iniciales, ni el fracaso de CureVac ni el retraso de Novavax ponen en jaque el suministro de vacunas de la Unión Europea. Eso sí, hay que recordar que depende a un alto nivel de las entregas de Pfizer. Si bien es cierto que, quitando la demora inicial debida a una adecuación de sus instalaciones para aumentar la fabricación, ha cumplido con todos los envíos.