La Covid-19 ha vuelto al primer plano de la mano de ómicron. En cuestión de días, la nueva variante ha sembrado preocupación entre los gobiernos mundiales, que se blindan ante el temor de que las vacunas actuales no puedan contra el virus. Esa es la gran incertidumbre que mantiene en suspense al mundo. ¿Pueden las dosis actuales combatir a ómicron?
La respuesta a esa pregunta no llegará, como mínimo, hasta las Navidades, y eso sólo presumiblemente. Como informó EL ESPAÑOL-Invertia, las compañías farmacéuticas ya están dando los primeros pasos contra ómicron. Los principales fabricantes están comprobando si sus vacunas tienen efectividad frente a la temida variante surgida en Sudáfrica. Según sus comunicados, el tiempo que tardarán en saberlo coincide con la entrada de la Navidad.
El plazo de la alianza entre Pfizer y Biontech —que es la que está alimentando la campaña vacunal de la Unión Europea— para conocer si los antígenos funcionan contra esta variedad de Covid-19 es de unas dos semanas. "Las pruebas de laboratorio nos proporcionarán más información sobre si ómicron podría ser una variante de escape que requiera un ajuste de nuestra vacuna", explicaba el comunicado.
Ese mismo tempo es el pronosticado por Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, declaró este domingo que la ciencia necesita "entre dos y tres semanas" para tener una "imagen completa" de ómicron. "Nos estamos tomando muy en serio esta variante, porque no lo sabemos todo acerca de ella", recalcó Von der Leyen.
Las grandes farmacéuticas se han lanzado a la carrera contra la variante. Moderna alertó el viernes de que las mutaciones observadas en ómicron son "preocupantes" y explicó que probará varias dosis de refuerzo de su vacuna para ver cuál es la reacción. "La empresa está trabajando rápidamente para verificar la habilidad de la vacuna actual para neutralizar a la variante ómicron. Se esperan datos en las próximas semanas", confirmó Moderna en una comunicado el pasado viernes.
Johnson & Johnson, cuya subsidiaria Janssen produce y comercializa su vacuna, apuntó que también está probando la efectividad de su producto "contra la nueva variante de rápida propagación que se identificó en el sur de África".
También la británica AstraZeneca y la estadounidense Novavax —cuya vacuna todavía no ha llegado al mercado— afirman estar analizando el efecto de sus vacunas contra ómicron.
¿Y si ómicron resiste?
Pero en caso de que las vacunas no funcionaran contra Ómicron… ¿Cuánto tardarían los países en disponer de dosis preparadas que sí lo hicieran? Unos 100 días, como mínimo.
Según lo comunicado por Pfizer y Biontech, estas compañías podrían reformular su antígeno en seis semanas (unos 42 días) y entregar las primeras dosis a los sistemas sanitarios en los citados más de 100 días, poco más de tres meses.
Esto será posible gracias a la tecnología que emplean estas vacunas, el ARN mensajero, que permite hacer cambios en la formulación del antígeno en menos tiempo y acelerar la producción respecto a lo habitual con otras vacunas. Posiblemente, Moderna cuente con unos plazos similares, puesto que emplea la misma tecnología.
Por otro lado, según cuenta Efe, Hipra también tiene en la recámara la baza de modificar la vacuna española para que funcione contra ómicron. La vacuna que desarrolla la compañía española se podría adaptar a una nueva variante como la que ha surgido en el sur de África en sólo cuatro meses si fuera necesario, según ha confirmado el presidente de la empresa, David Nogareda.
Este plazo coincide con el previsto para el lanzamiento de esta vacuna, a finales del primer trimestre de 2022.
Europa
Mientras se espera con incertidumbre y temor si la vacunas pueden con la nueva variante, países de todo el mundo han tomado medidas preventivas. Europa se ha blindado del sur de África, pero la ómicron ya ha desembarcado en suelo europeo.
Bélgica, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Italia, República Checa y Dinamarca ya han notificado positivos Covid con la nueva variante. España, por el momento, no ha notificado ningún caso de este tipo. En Francia, el portavoz del Gobierno de Macron ha afirmado que es "cuestión de horas" que se notifique un caso de la nueva variante en tierras galas.
Los contagios en Europa se han multiplicado en el mes de noviembre, especialmente en los países con las tasas de vacunación más bajas. Y sin ómicron presente. Por eso Von der Leyen calificó las próximas semanas —mientras se espera el veredicto de la efectividad de las vacunas contra ómicron— de "carrera contrarreloj" en la que hay que usar el tiempo para tomar acciones de precaución.
Israel y Marruecos han ido más allá y han cerrado sus fronteras a todos los vuelos del extranjero. Los ministros de Sanidad del G7 han sido convocados este lunes para una reunión de urgencia para abordar la aparición de ómicron.
Críticas de Sudáfrica
El ministro de Sanidad de Sudáfrica criticó a Europa por su cierre ante el sur de África, tachando su reacción de "draconiana" e "injustificada". Alega que la cifra de nuevos contagios en su país es más baja que en los países que aplican las restricciones en su contra. "Debemos trabajar juntos en vez de castigarnos unos a otros", afirmó el ministro.
Los datos de vacunación en el continente africano muestran una clara desigualdad con Occidente. Tan solo el 7,5% de los africanos tienen la pauta completa de vacunación. La tasa en Sudáfrica es del 24%, muy por debajo de países como España o Portugal, donde la inmunización de la población supera el 80%.
La Organización Mundial de la Salud también ha criticado a los países europeos y ha advertido de su desconocimiento sobre si ómicron es más contagiosa que las variantes con las que ya se convive desde que empezó la pandemia. "Imponer prohibiciones de viaje sólo a África es un ataque a la solidaridad global", sentencia la OMS.