En los últimos dos años, la Covid-19 ha acaparado casi todos los focos de atención. Pero no todo gira en torno al virus que apareció a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan. Así lo demuestran las previsiones que hace Evaluate Pharma sobre la inversión en I+D que hará la industria farmacéutica en 2022 y que posicionan a los medicamentos oncológicos en el centro de sus esfuerzos.
Las cifras hablan por sí mismas. Solo cuatro compañías dedicarán 4.710 millones de euros (5.345 millones de dólares) a la inversión en fármacos contra el cáncer. Se trata de MSD, Bristol-Myers Squibb, Roche y AstraZeneca.
Los medicamentos en los que más invertirán a lo largo de este recién estrenado año ya están en el mercado, pero los laboratorios continúan investigando para ampliar sus indicaciones a diferentes tipos de cáncer.
Será Keytruda, el medicamento de MSD, el que más inversión acaparará, según las cifras que proporciona la consultora Evaluate Pharma en su informe sobre previsiones para 2022. En concreto, la farmacéutica estadounidense invertirá más de 1.760 millones de euros (2.000 millones de dólares) en seguir investigando el potencial de este fármaco que ya está en el mercado.
Además, el fármaco contra el cáncer de MSD será uno de los más vendidos en 2022, solo por detrás de la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer y del 'superventas' de AbbVie, Humira.
Por detrás, Opdivo, de BMS. En este caso, la consultora prevé un gasto de casi 1.500 millones de euros (1.700 millones de dólares). La tercera posición la ocupa el oncológico de Roche, Tecentriq. La francesa destinará 736 millones de euros (836 millones de dólares).
Y, en cuarto lugar, el de AstraZeneca: Imfinzi. El laboratorio anglosueco -desarrollador de una de las vacunas contra la Covid-19- invertirá casi 713 millones de euros (809 millones de dólares) a lo largo de 2022 para continuar investigando este medicamento para tratar el cáncer de pulmón.
Nuevos medicamentos
Hasta ahora, hemos mencionado medicamentos que ya están en el mercado pero en los que las compañías farmacéuticas continúan trabajando. Pero en 2022 se prevén también inversiones de hasta 490 millones de euros (555 millones de dólares) en nuevos fármacos.
Es el caso de Tirzepatide, un fármaco para la diabetes de tipo 2 que está investigando y desarrollando Lilly y que será el que más inversión tenga en este año.
Por detrás se sitúa Roche, que destinará 331 millones de euros (376 millones de dólares) a investigar Gantenerumab, un anticuerpo para pacientes con Alzhéimer.
El podio lo completa MSD, con una inversión de algo más de 310 millones de euros (352 millones de dólares) en su antiviral para el VIH, Islatravir.
Un proceso costoso
El proceso para desarrollar un medicamento es largo, ya que se precisan entre 10 y 13 años. Y también costoso. De hecho, la inversión de las compañías es de unos 2.500 millones de euros por medicamento, según las cifras que maneja Farmaindustria.
En lo que respecta al proceso, los primeros 6 años se emplean en descubrir la molécula. La fase preclínica dura alrededor de un año y los ensayos clínicos entre 6 y 7. Después, la revisión por parte de las agencias reguladoras y la producción del medicamento tarda un máximo de dos años.
Unos plazos que durante la pandemia se han acortado. Es el caso de las vacunas y los primeros medicamentos contra la Covid-19. La razón de que se hayan rebajado los tiempos se debe a la situación excepcional creada por la crisis sanitaria.
Como respuesta, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) está acelerando los procesos de autorización. Sin embargo, esto no significa cambios en los estándares de calidad, seguridad y eficacia.
Entre las herramientas puestas en marcha por la EMA está la revisión continua, que se ha aplicado en las diferentes vacunas ya aprobadas y continúa utilizándose ahora para los medicamentos contra la Covid. De esta manera, las compañías pueden enviar los datos según vayan estando disponibles y la agencia comienza a evaluarlos sin tener que esperar a la solicitud de autorización.