El pasado 29 de marzo, la Comisión Europea aprobó Evusheld, el medicamento contra la Covid-19 que ha desarrollado AstraZeneca. España ha adquirido 30.000 dosis, que ya han empezado a distribuirse entre algunas comunidades autónomas. Pero, mientras unas regiones ya cuentan con el medicamento, otras ni siquiera han hecho sus pedidos al Ministerio de Sanidad.
Son cuatro las autonomías que todavía no han hecho una solicitud formal al Ministerio de Sanidad para tener disponible Evusheld en sus centros sanitarios. Se trata de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.
El resto de comunidades autónomas sí han pedido las dosis que les corresponden al departamento que dirige Carolina Darias. De hecho, los primeros tratamientos ya han llegado a Galicia -que ya cuenta con todas las dosis que le corresponden-, País Vasco, Canarias, Baleares, Asturias, Ceuta y Melilla.
Para inmunodeprimidos
Las personas candidatas a recibir Evusheld son las adultas con 18 o más años de edad con inmunosupresión, en las que la vacunación contra la Covid-19 no ha generado suficiente protección o en las que está contraindicada.
Es decir, el tratamiento está indicado para personas con inmunodeficiencias, trasplantadas de órganos sólidos o personas tratadas por neoplasias hematológicas con medicamentos que inhiben su capacidad de generar inmunidad frente al coronavirus inyectado con las vacunas.
Según los protocolos de las regiones, las personas susceptibles de recibir este fármaco deberán tener cuatro vacunas contra la Covid-19.
Además, se les realizará una prueba serológica a los 15 o 30 días de la última dosis. Si esta es negativa, será candidato a recibir la terapia desarrollada por AstraZeneca. El mismo proceso se seguirá si la persona ha pasado la infección.
¿Qué es Evusheld y cómo funciona?
Se trata de la combinación de dos anticuerpos monoclonales (tixagevimab y cilgavimab) y está indicado para la inmunización pasiva de pacientes con más alto riesgo de contraer la Covid-19 y de evolucionar a formas graves de la enfermedad.
Los anticuerpos monoclonales se diseñaron para unirse a la proteína espiga del SARS-CoV-2 en dos sitios diferentes. Al adherirse a la proteína espiga, se espera que el medicamento impida que el virus ingrese a las células del cuerpo y cause una infección.
"Debido a que los anticuerpos se adhieren a diferentes partes de la proteína, usarlos en combinación puede ser más efectivo que usarlos solos", explica la EMA en un comunicado.