Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que un 8% de la población mundial padece tinnitus o acúfenos, un síntoma auditivo que provoca que quien la sufra escuche zumbidos o pitidos en el oído sin que exista ningún sonido externo que lo produzca.
El Dr. Rafael Ramírez, jefe de servicio de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital IMED Valencia, relata cuáles pueden ser las causas de este molesto zumbido y cómo tratarlo de manera adecuada.
¿Por qué se produce la tinnitus?
Lo primero que hay que saber es que el tinnitus o acúfeno no es una enfermedad, es un síntoma, igual que el dolor o el vértigo, es decir, hay distintas patologías que pueden producir está alteración. Por ejemplo, cualquier tipo de pérdida de audición puede llevar asociado la presencia de acúfenos o tinnitus, pero también alteraciones en la mordida de la boca, algunas alteraciones vasculares, etc. Si hablamos de manera general, la causa más frecuente de acúfenos está relacionada con alteraciones del oído que pueden ser muy sencillas o más complejas.
Y, ¿qué variantes puede haber?
En contra de lo que se puede creer, la mayor parte de los acúfenos se presentan y desaparecen al poco tiempo. No es frecuente que alguien que haya tenido acúfenos los siga teniendo durante mucho tiempo. Sin embargo, lo que hay que plantear es que hay una un grupo de personas con acúfenos que tienen problemas a largo plazo. Si el acúfeno es muy fuerte y está asociado a otros asuntos como la pérdida auditiva, el paciente debe acudir cuanto antes al médico.
¿Cuál es la enfermedad más grave que puede haber detrás de estos síntomas?
Las enfermedades más graves pueden ser alteraciones del sistema nervioso central, es decir, que hay algún tipo de inflamación en el sistema nervioso central o que hay algún tumor, que suelen ser benignos, en la vía auditiva, aunque eso no es lo común. Normalmente, detrás del acúfeno hay una enfermedad benigna o una alteración temporal.
¿De qué manera se trata a un paciente con acúfenos?
Aquí es donde viene el problema, porque aparte de que desaparezca o no, entra en juego la tolerancia que tenemos hacia este síntoma. Por ejemplo, dentro de los síntomas que alteran la calidad de vida de un paciente, el que más la altera es el dolor, el segundo es el vértigo y el tercero es el acúfeno. Por eso, lo que hay que intentar es que un acúfeno no se transforme en un problema, porque entonces se activa una zona del cerebro, el sistema límbico, que altera las emociones, el estado de ánimo, el sistema de control vegetativo y el acúfeno empieza a parecerse a un problema.
En este caso, si un acúfeno dura más de lo normal es conveniente consultar, ya que, aunque sabemos que lo más probable es que desaparezca, hay una cantidad de acúfenos que se quedan, por lo que si al menos se quedan, haremos todo lo posible para que no nos repercutan mucho en nuestro estado de ánimo y calidad de vida. Cuando descartamos que no se trata de un tumor o una enfermedad más grave iniciamos el tratamiento.
En la Unidad de Otorrinolaringología de IMED Valencia hacemos siempre un abordaje multidisciplinar del caso porque si, por ejemplo, tenemos un problema de tensión alta, dentro del oído a veces podemos notar un acúfeno pulsátil, es decir, como si escucháramos las pulsaciones de corazón. También el acúfeno puede ser provocado por un problema de hipertiroidismo y aunque estos son casos raros, hay que estudiarlo y ver cuál es la mejor solución.
A veces incluso una de la parte importante del tratamiento consiste en hablar con los psicólogos que aplican terapia cognitivo conductual, por eso como decía a veces se trata de abordar el problema de manera multidisciplinar.
¿Pero qué es lo que pasa cuando el acúfeno persiste y el paciente no puede desentenderse?
Yo siempre intento hacer un tratamiento progresivo, es decir, primero explicarle al paciente qué le está pasando y por qué. También hay que descartar patologías simples, como un tapón de cera que puede estar produciendo un acúfeno por presión dentro del conducto auditivo, o incluso algo muy frecuente en acúfenos de este tipo es el bruxismo.
Para el que no sepa que es el bruxismo, consiste en apretar o rechinar los dientes de manera inconsciente y normalmente en el momento en el que dormimos. Esta activación de los músculos de la masticación puede producir acúfenos mientras la persona bruxa o incluso a largo plazo. Lo importante es tratarlo pronto, para que el tratamiento sea lo más fácil posible ya que si convivimos con el acúfeno varios años será más difícil tratarlo.
¿Cuál es la causa más frecuente que lleve a la aparición de acúfenos?
La más frecuente es la pérdida auditiva y un tratamiento que utilizo yo es la terapia de reeducación de tinnitus. Básicamente, utilizamos una serie de sonidos blancos que son sonidos que ocupan todo el espectro de frecuencias, como el agua corriendo por un río o el viento moviendo los árboles.
Este tipo de sonidos ayudan a disminuir la intensidad y a evitar también que el paciente esté pendiente del acúfeno y pueda incluso conciliar el sueño; muchas veces si el paciente tiene insomnio y tiene un pequeño acúfeno, puede ser un verdadero problema. En esto casos, tratamos los síntomas con música relajante, ventiladores de fondo para dormir o incluso aplicaciones móviles específicas que hacen que el paciente deje de prestar atención al acúfeno y pueda dormir.
Ese es el primer paso que damos, luego viene la medicación. Según el tipo de paciente y el perfil de acúfeno que tiene, podemos utilizar cosas más generales como con los extractos de ginkgo biloba, que están clasificados como medicamentos. Esto no lo cura, pero es algo que suele ayudar a los pacientes. Después encontramos otro tipo de medicamentos más complejos que estos sí que interactúan con el sistema nervioso central y producen sedación o efectos secundarios que debemos valorar a la hora de recetarlos, porque muchas veces es necesario.
¿Hay algún perfil o alguna profesión en las que sea muy común este tipo de patología?
El ruido produce varios tipos de alteraciones como pueden ser alteraciones psíquicas como el stress. A nivel físico el ruido y sobre todo los sonidos muy intensos afectan al oído interno y van matando células dentro del oído que no se recuperan.El problema reside en el volumen y el tiempo de exposición, por ejemplo, cuando nos explota un petardo cerca mueren muchas células o incluso un ruido muy fuerte e intenso en un periodo corto de tiempo pueden producir la pérdida auditiva completa.
Luego está el caso de las personas que están expuestos a ruidos intrusos por encima de 80-90 decibelios durante mucho tiempo. La forma de vida o la profesión también está muy relacionado. Músicos, pirotécnicos, disc-jockey o militares son profesiones que tienen más riesgos de tener problemas de audición. Actualmente con los cascos muchas personas están expuestas a música a unos decibelios que pueden afectar a los oídos. El sonido afecta a nuestras vidas mucho más de lo que creemos.
Para concluir, ¿qué mensaje le trasladaría a sus pacientes con tinnitus o en general a la población que dice que oye un ruido y no sabe qué hacer?
Lo primero que diría es que buscaran ayuda profesional. Nosotros como médicos, para empezar, podemos objetivar de varias maneras qué acúfeno tiene el paciente. También podemos objetivar con escalas cuánto afecta su vida diaria y entonces tratarlo para que el paciente pueda convivir mejor con él, por si se queda e incluso normalmente bajar la intensidad del mismo. Si tienes tiempo para el paciente y tratas el acúfeno, te das cuenta de que la intensidad baja. Nosotros, por suerte, en IMED Valencia cada vez estamos viendo a más pacientes y nuestro equipo sigue creciendo.
Para resumir, el mensaje es que la gente acuda al médico para que se le explique lo que le está pasando y se le pongan los medios para un diagnóstico correcto. Además, que a nivel personal no se expongan a ruidos fuertes. Por último, es muy importante la regulación laboral, es decir, que las empresas cumplan con los estándares de ruido. Todo ese tipo de cosas tenemos que ser conscientes, ya que el sonido es algo que afecta nuestras vidas más de lo que creemos.
Jefe de Otorrinolaringología
El Dr. Rafael Ramírez Lloréns es Jefe de servicio de la Otorrinolaringología del hospital IMED Valencia. Ha desarrollado su carrera profesional en el Hospital Universitario la Fe de Valencia hasta 2001 y posteriormente en el Hospital Universitario de La Ribera hasta el año 2020. Su ejercicio profesional se ha centrado en estudio de la Otología, los vértigos y alteraciones del equilibrio y la roncopatía y Trastornos del sueño. Su trabajo se ha desarrollado, fundamentalmente, en la actividad asistencial.
Posee amplia experiencia en cirugía otológica, implantes de cocleares, prótesis de conducción ósea y prótesis semi implantables y totalmente implantables de oído medio.
Durante su estancia en el Hospital de la Ribera se encargó de la unidad funcional de equilibrio durante 19 años.
También se ha dedicado al estudio y tratamiento de la patología del sueño formando parte de la comisión de tratamiento de patología del sueño del hospital de la Ribera.
Pertenece a la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC) y a la sociedad Española del Sueño (SES) y Miembro del Grupo MEN conformado por ORL españoles que se dedican a la patología vestibular
Especialidades
El Doctor Rafael Ramírez cuenta con una dilatada experiencia en el campo de la Otorrinolarongología. En sus cerca de treinta años de profesión ha compaginado su labor en diversos centros de la provincia de Valencia con una extensa formación e investigación centrada principalmente en las afecciones de oído y vértigo. Está especializado en la Apnea del Sueño, ronquidos, vértigos y todo tipo de afecciones de oído y nariz.
Actualmente, dirige la Unidad de Otorrinolarongología del hospital IMED Valencia, compuesta por un equipo multidisciplinar de 14 profesionales. La misma se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento, médico y quirúrgico, de todas las patologías que afectan a los oídos, nariz y garganta en pacientes de todas las edades, desde su nacimiento a su cénit. Resulta tan importante un correcto diagnóstico y valoración del problema de cada paciente como la aplicación de un tratamiento médico o quirúrgico personalizado.