Las vacunas y tratamientos frente a la Covid-19 no solo han salvado vidas. También han mejorado la salud financiera de las grandes farmacéuticas. Solo los fabricantes occidentales, entre los que despuntan Pfizer, BioNTech, Moderna, AstraZeneca y MSD, generaron alrededor de 100.000 millones de euros en ingresos en 2022. Sin embargo, tras vacunaciones masivas y compras millonarias, las compañías se enfrentan a tiempos de incertidumbre y caídas en plena desaceleración económica.
A pesar de que los Gobiernos continuarán invirtiendo en medicamentos para ejecutar campañas de refuerzo y engrosar reservas estratégicas sanitarias, las altas tasas de vacunación de la población y las infecciones previas se traducen en una menor demanda de tratamientos. De hecho, las estimaciones de compañías y analistas sugieren que esas ventas podrían caer en casi dos tercios este año por exceso de stock.
Y es que, después de correr a contrarreloj para ampliar capacidades, desarrollar las vacunas y satisfacer una demanda aparentemente insaciable, la industria mundial de vacunas se enfrenta ahora una tendencia decreciente.
Nuevos horizontes y acuerdos transformadores
Para Damien Conover, analista de Morningstar, la repentina entrada de ingresos debería impulsar a las empresas a cerrar acuerdos y vincularse con nuevos socios, según declaraciones a Reuters. Esta misma idea, la de usar el dinero ‘rápido’ para llevar a cabo acuerdos transformadores, es compartida por otros expertos como el analista de BMO Capital Markets, Evan Seigerman.
Pfizer es un buen ejemplo de esta estrategia. El gigante farmacéutico ha incrementado su cartera tras generar beneficios de más de 52.000 millones de euros con la vacuna ARNm frente al coronavirus, que desarrolló con el socio alemán BioNTech, y el antiviral Paxlovid.
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La compañía estadounidense llegó a un acuerdo definitivo el pasado mes de mayo para adquirir por 11.000 millones de euros el laboratorio biotecnológico Biohaven Pharmaceutical Holding, especialista en el tratamiento de la migraña. Tan solo tres meses después, completó la adquisición de Global Blood Therapeutics por 5.300 millones para profundizar en las enfermedades hematológicas.
Pfizer, que califica 2023 como "año de transición”, estima una caída de ingresos de unos 24.000 millones en cuanto a la facturación de la vacuna y del antiviral. Los analistas consideran que este es un pronóstico demasiado optimista.
Caída drástica en la industria de las vacunas
Moderna también se encuentra en esta espiral decreciente y pronostica un fuerte descenso en las ventas. La empresa biotecnológica, que con un solo producto logró hacerse hueco entre los gigantes farmacéuticos, espera ingresar unos 19.000 millones de euros en 2022, aunque habrá que esperar hasta final de este mes para conocer los datos definitivos. Se prevé una caída de unos 6.500 millones en 2023.
La píldora contra la Covid-19 de MSD, molnupiravi, ha dado grandes alegrías al laboratorio. En cifras, reportó ventas por más de 5.300 millones de euros el año pasado, pero se esperan que estas se sitúen por debajo de los 1.000 millones.
No obstante, el presidente ejecutivo de MSD, Rob Davis, ha asegurado que el tratamiento Covid-19 no será el motor de crecimiento del negocio. “Molnupiravi se contempló como una oportunidad para marcar una diferencia significativa en un momento de necesidad”, señaló.
En cuanto a Lilly, que se hizo con más de 1.800 millones de euros el pasado año con tratamientos de anticuerpos monoclonales, no espera ningún ingreso del negocio en 2023, según Reuters. Con la mirada puesta en el futuro, Lilly ha reinvertido lo ganado en I+D. Además, el laboratorio estadounidense continúa en expansión y, en octubre, alcanzó un acuerdo para la adquisición de Akouos. Se trata de una farmacéutica que desarrolla terapias genéticas para el tratamiento de afecciones del oído.
Aumento de las terapias CAR-T
También se afianza en otros horizontes Gilead. Las ventas del tratamiento remdesivir, comercializado bajo la marca Veklury, ascendieron a 932 millones de euros, muy por encima de los 476 esperados por los analistas. Pero, las bajas tasas de hospitalización repercutieron significativamente en las ventas.
La investigación de la compañía de datos de GlobalData muestra que el uso de CAR-T para la leucemia aumentará significativamente entre 2021-2031 y todo hace indicar que este será el foco de la compañía.
Este análisis predice que Yescarta de Gilead, indicado para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes (LBDCG), tendrá altas ventas anuales en este período con cifras que podrían superar los 1.500 millones de euros en 2031.