El Consejo de Ministros ha aprobado las medidas anunciadas este fin de semana por Pedro Sánchez en el campo de la sanidad. Se trata de 580 millones de euros para dependencias e instalaciones de Atención Primaria y 38,5 millones para impulsar la salud mental. Se trata de una financiación que irá a parar a las arcas de las comunidades autónomas pero será "finalista". De hecho, el Gobierno controlará que a estos fondos se les dé el uso convenido.
Así lo ha indicado José Miñones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Es la mayor inversión que se ha realizado en Atención Primaria a lo largo de la historia y me gustaría destacar que no son fondos de recuperación, sino que son fondos del presupuesto nacional".
Tanto la partida de Atención Primaria como la de salud mental ya fueron anunciadas por el propio ministro el pasado 17 de abril tras presidir su primera reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
En el caso de la Atención Primaria, las regiones deberán dedicar los fondos a modernizar y mejorar los más de 13.000 centros de salud y dispensarios de España y a financiar nuevas salas de fisioterapia, radiodiagnóstico y urgencias para evitar esperas, saturación o desplazamientos innecesarios.
En el caso de la salud mental, la financiación está destinada a la mejora de las infraestructuras y equipamiento clínico de los centros, servicios y unidades del Sistema Nacional de Salud destinados a la atención de la salud mental comunitaria tanto para población adulta como para población infanto-juvenil.
Según Miñones, estas partidas se suman a lo ya invertido en 2022 en estas áreas hasta alcanzar los 813 millones de euros. Sumados al plan bucodental y el de transformación digital, Miñones ha presumido de que el Estado ha dedicado a atención sanitaria 1.100 millones de euros en estos dos años.