Dr Smile nació hace seis años en Alemania. Desde entonces, la compañía dental ha logrado llegar a nueve países europeos, entre los que está España. Pero su intención es conquistar más regiones. De hecho, están trabajando en un plan para llevar su negocio a nuevos mercados.

Así lo ha señalado Yolanda Domínguez, Country Manager de Dr Smile Iberia, en un encuentro con EL ESPAÑOL-Invertia. "Queremos llegar a grandes ciudades de otros países europeos". Por el momento, el foco de la empresa está puesto en el Viejo Continente y no se plantea cruzar el charco. "Estados Unidos es un mercado muy copado, por lo que no está dentro de nuestros planes", ha añadido.

La compañía aterrizó en España en 2019. Fue el segundo país que eligió Dr Smile para lanzar su negocio, después de Alemania. Actualmente, está presente en todas las comunidades autónomas a través de su red de colaboradores. Es decir, presta sus servicios de ortodoncia invisible a través de otras clínicas dentales, ya que solo cuenta con un establecimiento propio que está situado en Madrid. 

"Dr Smile ofrece la formación y los materiales necesarios a esta red de clínicas colaboradoras", ha explicado Domínguez. Entre España y Portugal, cuentan con 120 establecimientos asociados. 

Además de en Alemania, España y Portugal, la compañía también está presente en Austria, Italia, Suecia, Holanda, Francia y Polonia. Los próximos pasos de la compañía se centrarán en "potenciar el mercado portugués y llegar a más ciudades" del país vecino. 

Así funciona Dr Smile

El negocio de Dr Smile es el de la ortodoncia invisible. De hecho, la empresa nació a raíz del fin de la patente de invisalign, que decayó hace seis años. 

El tratamiento comienza con una primera cita (gratuita) en alguna de las clínicas colaboradoras de Dr Smile, donde el paciente se somete a un estudio. A través de un escáner, se crea una 'foto' de la dentadura. Será esta recreación la que utilice después el equipo de odontólogos de la compañía (que es propio y asciende a 110 profesionales entre España y Portugal) para hacer un planning de cómo será el tratamiento. 

Entre siete y diez días después, el paciente recibe el informe de cómo será el proceso: cuántos alineadores necesitará, el tiempo que durará el tratamiento e incluso podrá ver cómo se irán moviendo los dientes. 

Tras esta primera fase, la compañía fabricará todos los alineadores necesarios para el paciente. Dr Smile cuenta con una planta de producción en Alemania. "Empezó a funcionar hace año y medio", ha contado Domínguez. El proceso es rápido, ya que en ocho días el paciente tiene en sus manos la caja en la que van todos los alineadores que necesitará durante su tratamiento. En 2019 tardaban entre cuatro y seis semanas.

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"Puede recogerlo en la clínica donde haya tenido la primera cita o pedir que se lo envíen a casa", ha explicado la Country Manager de Dr Smile Iberia. Los alineadores se cambian "cada 14 días" y el paciente tiene que hacerse fotos que, después, compartirá en la App de Dr Smile donde el equipo de odontólogos hace el seguimiento y a través de la que se pueden solicitar videoconsultas. Sin embargo, Domínguez ha insistido en que "pueden acudir siempre que quieran a una visita presencial". 

De hecho, una de las mejoras introducidas este año es la petición de citas online para facilitar a los pacientes la asistencia presencial a alguna de las clínicas colaboradoras. A través de esta herramienta "se hace incluso un triaje para dar prioridad a los casos más urgentes", ha explicado. Hasta ahora, Dr Smile ha atendido a más de 30.000 pacientes en nuestro país. La mayoría jóvenes, de entre 24 y 35 años. "Es un producto asentado en el mercado español". 

Planes de tratamiento

La compañía ofrece tres planes de tratamiento. Leve, para los casos más fáciles, que cuesta 1.490 euros. El medio, que asciende a 2.590 euros y el complejo, cuyo precio es de 3.090 euros. "Todos ellos están abiertos a financiación", ha detallado Domínguez.

Lo cierto es que la situación de alta inflación que vive España ha obligado a Dr Smile a subir los precios de sus tratamientos. Si bien, "ha sido lo mínimo posible: un euro al mes".