Un grupo de investigadores en el laboratorio.

Un grupo de investigadores en el laboratorio. Alessandro Biascioli iStock

Observatorio de la sanidad

España perderá 93 millones anuales de inversión en I+D por la nueva legislación farmacéutica europea

En Europa, la pérdida será de 2.000 millones. Alemania es el país más perjudicado.

7 noviembre, 2023 02:35

La industria farmacéutica avisa: se perderá inversión en I+D si la nueva legislación que la Comisión Europea está preparando para el sector sale adelante. En concreto, la patronal europea (Efpia) cifra en 2.000 millones la cantidad que se perderá cada año. En España, esta cifra será de 93 millones de euros anuales al menos hasta 2035.

Son las conclusiones del informe elaborado por la consultora Dolon para la Efpia. Aunque España está entre los países a los que más afectará esta caída de la inversión en investigación por la reforma de la legislación farmacéutica europea (si finalmente se aprueba), lo cierto es que es Alemania es el que se verá más afectado

De acuerdo con el análisis de Dolon, el estado germano sufrirá una pérdida de 626 millones de euros anuales. Por detrás, se sitúan Bélgica y Francia. En estos países dejará de invertirse en I+D 381 y 326 millones de euros al año, respectivamente.

[El gasto en I+D de fármacos para enfermedades raras caerá en 4.500 millones por la nueva legislación europea]

También Italia sufrirá el impacto de la nueva legislación farmacéutica. En este caso, la pérdida de inversión en investigación ascenderá hasta los 123 millones de euros anuales. España se situaría así en el quinto puesto. Por detrás, Suecia, donde la inversión caería en 88 millones al año. Y Países Bajos, con una pérdida de 66 millones. 

Así, la consultora prevé que la participación de Europa en la inversión mundial en I+D se reducirá en un tercio, pasando del 32% al 21% para 2040. Esto equivale a 2.000 millones de euros perdidos cada año.

Pérdida de competitividad

Los datos recogidos en el análisis de Dolon ponen de manifiesto que la nueva legislación, tal y como se ha propuesto, dañará gravemente la competitividad europea, dificultando que Europa atraiga inversiones, lance nuevos tratamientos para pacientes y siga el ritmo de otras regiones más ambiciosas en este campo, como Estados Unidos, China y Japón.

De hecho, Europa ya ha perdido ya terreno. El Viejo Continente lideraba hace 20 años la I+D farmacéutica. Sin embargo, la situación se invirtió en favor de otros países, como los mencionados anteriormente. Así, en 2010, Europa representaba el 37% de la I+D mundial. Diez años después, esa cifra había caído al 32%.

[Europa pierde la batalla frente a EEUU en I+D farmacéutica: solo desarrolla el 22% de los nuevos medicamentos]

Ahora, las nuevas previsiones proyectan que para 2030 esa cifra se habría reducido aún más, hasta caer al 25%. Y para 2040, Europa solo tendrá el 21% de la actividad de investigación y desarrollo en comparación con las otras regiones. Mientras tanto, se espera que la contribución de China salte del 2% de 2010 al 17% en 2040.

En el caso de Estados Unidos, será aún más líder. En 2010, suponía el 47% de la I+D mundial. Una cifra que se ha ido y se seguirá incrementando en los próximos años hasta alcanzar el 58%, según el informe de la consultora. 

Protección de los datos

Otro de los puntos que analiza el informe publicado por Efpia es la propuesta de la Comisión de disminuir la protección de datos. El proyecto actual quiere bajar de 8 a 6 años el período básico de la protección de los datos regulatorios (PDR), "un componente vital de la propiedad intelectual, especialmente importante para las terapias avanzadas y complejas", explica Farmaindustria en un comunicado.

El impacto de esta medida será una reducción de hasta un 55% del incentivo para que las empresas inviertan en medicamentos innovadores. Así, uno de cada cinco proyectos (22%) para investigar y desarrollar medicamentos que dependen de la protección datos (PDR) "ya no sería económicamente viable en Europa", advierte la patronal europea de la industria farmacéutica.

Esto podría hacer que en los próximos 15 años se abandonen la investigación y el desarrollo de alrededor de 50 de los 225 nuevos tratamientos esperados en el viejo continente.