El compromiso del Gobierno era subir el gasto sanitario al 7% del PIB. Sin embargo, tras el fin de la pandemia de la Covid-19, esa promesa no se ha materializado. En 2022, la partida sanitaria se rebajó al 6,8% del PIB, tal y como lo indica la Estadística de Gasto Sanitario Público.
El gasto sanitario alcanzó el 7,5% y el 7,2% del PIB en 2020 y 2021, respectivamente. Este incremento se debió a la irrupción de la pandemia de la Covid-19. Tras el golpe de la crisis sanitaria, la partida se redujo al 6,8% del PIB en 2022. Y la previsión es que siga bajando en los próximos años, según el pronóstico del Gobierno.
Así se extrae del Plan Presupuestario enviado a Bruselas. En concreto, la inversión en políticas sanitarias será del 6,7% del PIB para 2023 y 2024. Esto supone dos décimas menos que lo previsto en la última actualización del Programa de Estabilidad, donde se pronosticaba un gasto del 6,9% del PIB cada año desde 2023 hasta 2026.
[El Gobierno rebajará el gasto público en sanidad al 6,7% del PIB en 2023 y 2024]
A pesar de estas rebajas del gasto en políticas sanitarias, lo cierto es que esta es superior a la inversión que hizo España en 2019. De acuerdo con la estadística publicada por el Ministerio de Sanidad, el año antes de la irrupción de la pandemia del coronavirus, el gasto público en sanidad de España era del 6% del PIB. En 2018 esta partida se situó en el 5,9% del PIB.
Volviendo a las cifras de 2022, el gasto sanitario público supuso 92.072 millones de euros. Por su parte, el gasto per cápita se situó en los 1.927 euros por habitante, cifra superior a la de 2021, cuando fue de 1.859 euros por persona.
Otros datos
La estadística actualizada recientemente por el departamento que dirige Mónica García recoge también diferentes clasificaciones de la partida sanitaria. Así, por ejemplo, un 43,7% del gasto sanitario público se destinó a cubrir las remuneraciones de los trabajadores del sector. En total, 40.272 millones de euros.
Le siguen en importancia los gastos en consumo intermedio, con un 27,4%, los gastos en trasferencias corrientes, que suponen un 15,7%, y los gastos en compras al sector privado a través de conciertos, que representan un 10,1% del gasto sanitario público.
La estadística también hace una diferenciación del gasto sanitario público según la clasificación funcional. La función que mayor peso tiene en el ámbito de la asistencia sanitaria pública es la de los servicios hospitalarios y especializados, que representaron un 60,7% del gasto total consolidado en el año 2022.
Además, cabe destacar el gasto en farmacia, con un 14,7% sobre el total. En este punto, es importante recordar que la partida farmacéutica no deja de incrementarse en los últimos años.
Recientemente, el Ministerio de Hacienda ha publicado los datos a cierre de 2023. Un ejercicio en el que creció un 5,1%, lo que supone un incremento de más de 1.429 millones de euros. Así, el gasto en productos farmacéuticos y sanitarios ha pasado de 28.258 millones de euros registrados en 2022 a los 29.687 millones del pasado año.
Por su parte, el gasto sanitario público consolidado por comunidades autónomas supuso 84.206 millones de euros, lo que representa el 6,3% del PIB. El gasto per cápita medio fue de 1.769 euros por habitante.