El sector de tecnología sanitaria en España creció un 4,5% en 2023, alcanzando una facturación conjunta de 10.600 millones de euros. Así lo pone de manifiesto la Memoria de Sostenibilidad 2023 de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin.

La buena evolución económica de esta industria se complementa con los 4.635 millones de euros facturados en exportaciones, que supone un aumento del 7% sobre las cifras de 2022 y un 43% de la facturación total cosechada por el sector.

En términos de empleabilidad, la tecnología sanitaria genera ya 32.000 puestos de trabajo directos, lo que supone un incremento del 4,6% respecto al ejercicio anterior (1.500 nuevos empleos), y en torno a 100.000 indirectos.

Sectores

La facturación registrada en 2023 tuvo, no obstante, una evolución dispar, debido a la heterogeneidad de esta industria. Aquellos sectores con actividad quirúrgica como Oftalmología (8%), Traumatología (8%) y Cardiología (7%) han sido los que han presentado un crecimiento superior respecto a los valores de 2022. También cabe destacar el incremento del 6% de la facturación registrada en el sector de Productos Sanitarios de Un solo Uso.

No obstante, hay otros sectores que muestran una evolución negativa respecto a 2022, como Nefrología (-2,5%), que continúa su contracción iniciada en 2016, y el sector de Diagnóstico in Vitro (-7%) que se va recuperando tras la contracción del 2022 con la finalización del efecto postpandemia.

[El reglamento de productos sanitarios para diagnóstico in vitro presenta aún desafíos para el sector]

Pero la mayor contracción se constata en el mercado de Tecnología y Sistemas de Información Clínica (-52,6%) tras el extraordinario crecimiento del 2022 impulsado por la financiación del Plan Inveat de renovación de equipamiento tecnológico sanitario, cuando se formalizaron los contratos de aprovisionamiento con las administraciones y cuya ejecución se ha seguido completando en 2023.

A este respecto, Pablo Crespo, secretario general de Fenin, apunta que, “más allá de los condicionantes propios de cada sector, y sus respectivos resultados, no hay que olvidar que todas nuestras compañías han tenido que seguir afrontando un contexto inflacionista y de crisis de suministros, redoblando esfuerzos y recursos para que no repercuta en el acceso a tecnologías y productos de calidad”.