La farmacéutica Moderna ha presentado este jueves 1 de agosto los resultados correspondientes al primer semestre de 2024. Un periodo en el que ha perdido 2.454 millones de dólares (2.274 millones de euros). Una cifra superior a la registrada en las mismas fechas de 2023, cuando la pérdida fue de 1.301 millones de dólares (1.113 millones de euros).
Las pérdidas anunciadas por la compañía responden a la caída de las ventas del que hasta junio era su único producto comercializado: la vacuna contra la Covid-19. Los ingresos se situaron en los 351 millones de dólares (325 millones de euros) hasta junio, frente a los 2.121 millones de dólares (1.966 millones de euros) del primer semestre de 2023.
La compañía se prepara ya para la próxima campaña de vacunación frente al coronavirus. Cuenta con un suministro "abundante", ha dicho en el comunicado publicado. En la Unión Europea, Moderna está negociando un acuerdo marco de licitación, sin embargo, espera que las ventas sean bajas en el Viejo Continente.
Mientras tanto, la compañía que dirige en España Juan Carlos Gil está preparando el lanzamiento de su nueva vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS). Moderna recibió la autorización por parte de la agencia reguladora de Estados Unidos (FDA) a principios de junio. Ese mismo mes, la EMA también recomendó la aprobación de este antígeno.
"Durante el segundo trimestre, celebramos la aprobación de nuestro segundo producto de ARNm y redujimos significativamente nuestros costos operativos. Seguimos centrados en la ejecución de la temporada de Covid 2024-25 y el lanzamiento de nuestra vacuna contra el VRS en EEUU", ha dicho Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna.
Rebaja sus previsiones
La farmacéutica ha rebajado sus previsiones de ventas netas para 2024. Ahora, espera que se sitúen entre 3.000 y 3.500 millones de dólares. En el primer trimestre el pronosticó de ingresos para este año era de alrededor de 4.000 millones de dólares.
"La actualización de las ventas se debe a tres factores principales: ventas muy bajas en la Unión Europea en 2024, posibles aplazamientos de ingresos para ciertas ventas internacionales hasta 2025 y un entorno cada vez más competitivo para las vacunas respiratorias en Estados Unidos", ha señalado el laboratorio.