Las enfermeras ya pueden tratar las infecciones del tracto urinario inferior no complicadas en mujeres adultas después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) haya publicado la Resolución de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, por la que se valida la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte del colectivo.
Según informa el Ministerio de Sanidad, las infecciones del tracto urinario (ITU) abarcan principalmente dos tipos: cistitis, que es la infección de la vejiga o del tracto urinario inferior, y pielonefritis, que es la infección del tracto urinario superior que afecta a los riñones.
Las ITU son una de las consultas más comunes en Atención Primaria, afectando al 50% de las mujeres al menos una vez en su vida, especialmente con el envejecimiento, comorbilidades o institucionalización. Además, el microorganismo más común en estas infecciones es 'Escherichia coli', responsable del 70-80 por ciento de los casos.
Los síntomas típicos de la cistitis incluyen disuria (dolor o ardor al orinar), polaquiuria (necesidad de orinar con mayor frecuencia de lo normal, pero generalmente en pequeñas cantidades), urgencia urinaria, dolor suprapúbico y hematuria (sangre en la orina), sin prurito o flujo vaginal anormal.
Se clasifica como ITU complicada cuando afecta a personas con mayor riesgo, como embarazadas, ancianos, diabéticos o personas con anomalías anatómicas, quienes requieren una evaluación médica más profunda. El tratamiento de la ITU no complicada, que es frecuente en mujeres adultas, se basa en el inicio temprano de medicación con antibiótico, sin necesidad de urocultivo rutinario. El objetivo es aliviar los síntomas y erradicar la infección de manera rápida y eficaz, maximizando la accesibilidad al sistema sanitario.
Excluye casos complejos
Así, Sanidad asegura que esta guía facilita a las enfermeras la indicación y administración de la farmacoterapia adecuada, promoviendo un enfoque integral en Atención Primaria, "donde las condiciones son óptimas para su implementación".
El Ministerio destaca que la guía, resultado de un trabajo colaborativo multidisciplinar, "ofrece un marco de referencia para que las enfermeras actúen en el tratamiento de mujeres mayores de 14 años con ITU no complicada".
Sin embargo, recuerda que excluye casos complejos que requieren valoración médica, como infecciones recurrentes, uso de sonda vesical o inmunosupresión. Además, establece protocolos específicos para el manejo de medicamentos, definiendo cuándo las enfermeras pueden iniciar, modificar, interrumpir o finalizar un tratamiento en función de los síntomas y evolución del paciente.
Las comunidades autónomas y otras entidades adaptarán esta guía a sus contextos específicos, desarrollando protocolos que concreten la población objetivo, medicamentos autorizados y criterios de actuación. Esta guía se revisará cada cinco años para incorporar nuevas evidencias científicas y actualizaciones, asegurando que las actuaciones de las enfermeras sean seguras, eficaces y estén alineadas con el uso racional de los medicamentos.
Esta es la novena guía destinada a la indicación de medicamentos por parte de las enfermeras. Ya están publicadas las referentes a deshabituación tabáquica, anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, tratamiento de heridas, hipertensión, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras y ostomías.
El CGE celebra la aprobación
Tras hacerse oficial la resolución de la Dirección General de Salud en el BOE, el Consejo General de Enfermería ha valorado positivamente que desde este lunes las enfermeras puedan tratar las infecciones de orina en mujeres.
"Estas guías hacen justicia al desarrollo profesional que las enfermeras y enfermeros han experimentado, en los últimos años. Pero hay que dejar claro, que las enfermeras no quieren ser médicos, ni se cuestionan las competencias en materia de prescripción de estos profesionales", ha detallado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.
De esta manera, "las guías permiten agilizar la atención, descongestionar el sistema e incrementar la seguridad jurídica de las enfermeras. Todo ello beneficia al paciente y, en ningún caso, insistimos, implican menoscabo en la actuación esencial del médico", ha destacado Pérez Raya.
Por su parte, han defendido que en un contexto coordinado y marcadamente colaborativo entre profesionales sanitarios, con estas actuaciones se colabora en la consecución del objetivo terapéutico de mejorar esta situación clínica de manera precoz para prevenir futuras complicaciones.
En este sentido, el CGE recuerda que la Secretaría de Estado de Sanidad señaló en sus resoluciones, tras los recursos de alzada de diversas organizaciones médicas, farmacéuticas y odontólogas, que con estas guías se trata de que las enfermeras "puedan actuar de forma segura en cualquiera de los hitos que integran el proceso de curación, valorando de acuerdo a las guías los siguientes pasos a dar sin necesidad de la constante intervención de un médico", ha aclarado el presidente.
Y esto, de una manera u otra, "redunda en una mayor agilidad y seguridad del proceso en beneficio del paciente. Y no obstante, en ningún caso implica excluir la intervención del médico en aquellos casos que sea preciso".
Para terminar, Pérez Raya ha matizado que "con estas guías se pretende que las enfermeras puedan actuar de forma segura en cualquiera de los hitos que integran el proceso de curación, valorando los siguientes pasos a dar dentro del equipo multidisciplinar".