El consumo ilícito de cigarrillos continúa creciendo y alcanza los 52.200 millones de cigarrillos en 2023 en el continente europeo, lo que supone que casi uno de cada diez cigarrillos consumidos en la UE son ilícitos, según el estudio anual que realiza KPMG, en colaboración con Philip Morris International Inc. (PMI), en el que también ha destacado que el consumo en España desciende hasta un 2,8% del total.
El informe ha destacado que Francia continúa siendo el mayor mercado ilícito de la UE, representando el 47,7% del consumo total de cigarrillos ilícitos del continente, y con un total de 16.800 millones de cigarrillos ilegales, lo que conlleva una pérdida de ingresos fiscales estimada en 7.300 millones de euros.
España, por su parte, ha bajado su consumo 0,9 puntos porcentuales, situándose en un 2,8% del total, y se ha estimado que este comercio ilícito haya acarreado una pérdida de ingresos fiscales estimados en 210 millones de euros.
En un análisis global, los gobiernos de la UE perdieron unos 11.600 millones de euros en ingresos fiscales, frente a los 11.300 millones de 2022.
"Estamos observando una evolución de los grupos de delincuencia organizada en Europa, situando las instalaciones de producción cada vez más cerca de los países de Europa Occidental", ha declarado Christos Harpantidis, vicepresidente senior de Asuntos Externos de Philip Morris International.
Harpantidis ha añadido que consideran que este fenómeno es una consecuencia directa del fracaso de los planteamientos políticos que no han hecho "lo suficiente para frenar el comercio ilícito y reducir la prevalencia del tabaquismo, y está poniendo en peligro tanto a los consumidores como a los gobiernos, las empresas legítimas y la sociedad".
"Si queremos frenar por completo el comercio ilícito en la región, necesitamos un enfoque holístico que complemente las duras sanciones y la firme aplicación de la ley con campañas de concienciación y educación sobre el impacto real del comercio ilícito, un entorno fiscal y normativo predecible en el que los fumadores adultos no se vean empujados al mercado negro, y asociaciones público-privadas coordinadas y comprometidas", ha defendido el vicepresidente.
Instalación de fábricas ilegales
Según la información facilitada por los cuerpos y fuerzas de seguridad, los artículos publicados en los medios de comunicación y las estimaciones de PMI, los delincuentes han ampliado la instalación de fábricas ilegales de cigarrillos. Sólo en 2023, los datos de los cuerpos y fuerzas de seguridad muestran que las autoridades regionales y locales desarticularon al menos 113 centros clandestinos de fabricación de cigarrillos en 22 países europeos.
El aumento constante del consumo de cigarrillos falsificados por quinto año consecutivo -impulsado principalmente por el Reino Unido y Ucrania- se une ahora al aumento de todas las demás categorías de comercio ilícito, incluidos illicit whites y el contrabando.
Todo ello, sumado a la continua recuperación de los volúmenes legales transfronterizos, tras el fin de las restricciones de viaje relacionadas con la Covid en 2022, el consumo total no doméstico también ha alcanzado su nivel más alto de la historia (15,5%), equivalente a más de 1 de cada 6 cigarrillos.
A pesar de este escenario, el informe muestra que, en 26 países europeos en 2023, la cuota de consumo ilícito es inferior al 10% del consumo total. De ellos, 16 mercados tienen una cuota de consumo ilícito inferior al 5%. Y en 25 de los 38 países europeos incluidos en el estudio, la cuota de consumo de cigarrillos ilícitos se mantiene estable o disminuye, en comparación con 2022, como es el caso español.
Para conocer mejor la opinión de la sociedad sobre el comercio ilícito, PMI encargó a la empresa independiente de estudios de opinión pública Povaddo la realización de una encuesta entre adultos de 14 países europeos.
La encuesta, realizada en enero de 2024, ha revelado que más de la mitad (60%) cree que su país, y la UE en su conjunto, tiene un problema con el tabaco y los productos ilícitos que contienen nicotina.
Por otro lado, casi tres cuartas partes (74%) está de acuerdo en que los gobiernos deben considerar el comercio ilícito como una consecuencia no deseada a la hora de decidir cómo regular y gravar el tabaco y los productos que contienen nicotina, mientras que el 77% está de acuerdo en que el comercio ilícito priva a los gobiernos de importantes ingresos fiscales.