Los suicidios están volviendo a la tendencia alcista. "Durante la Covid-19 aumentaron, la situación se complicó". Así lo ha señalado Jesús Artal, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, durante la I Jornada de Salud Mental organizada por EL ESPAÑOL.
Andoni Anseán, presidente de la Fundación española para la prevención del suicidio, ha dado cifras. "En 2022 hubo 4.227 suicidios. Son más de 11 personas al día", ha detallado. "No existe un crecimiento progresivo alarmante pero tenemos que estar en alerta. Los datos no son buenos", ha añadido.
Por su parte, Magdalena Pérez, presidenta del Teléfono de la esperanza de La Rioja, ha indicado que reciben 107.000 llamadas y un gran porcentaje de ellas es porque se sienten solas. Pero "también escuchamos personas que están en crisis extrema, ideación suicida leve o grave… escuchamos a personas que nos llaman con suicidios en curso".
Los tres ponentes han dejado claro que los datos actuales no son buenos. Y parte de la solución para frenar los suicidios pasa por incrementar el ratio de psicólogos en España. Nuestro país cuenta con seis psicólogos por 100.000 habitantes, frente a otros países como Alemania donde cuentan con 42.
"No es la única solución, pero si una parte importante de lo que hay que hacer para seguir avanzando. Seis psicólogos por 100.000 habitantes son poquísimos", ha dicho Pérez. Además, ha abogado por trabajar en ampliar el número de plazas PIR. "Hay más de las que realmente se acreditan. Hay regiones que no pueden plantearse acreditar más por la financiación, quizás habría que financiar a nivel estatal", ha señalado.
Por su parte, Artal ha incidido en la necesidad de "movilizar todos los sectores de la sociedad para frenar los suicidios". Esto implica educación, servicios sociales o dar información en redes sociales.
También poner en marcha incitativas como una que se ha puesto en marcha en Cantabria que "ha demostrado que cuando intervenimos de forma intensiva y sin esperas nuestras recaídas son menores". Sin embargo, frenar el suicido "excede al sistema sanitario. Hay que tener más recursos y mejores condiciones".
Las redes sociales también han sido un tema que se ha abordado durante la mesa redonda, de su papel en el suicidio. En este sentido, Anseán ha dicho que "no hay datos, pero es preocupante".
"Cuando aparecieron las redes sociales se pusieron cortafuegos y se hicieron campañas de prevención de suicidio. Pero lo que está debajo de las redes es lo preocupante. Ese mundo multicolor y ficticio. Porque te lleva a un sentimiento de frustración porque la vida no es así", ha alertado.
"Eso en las edades tempranas es un tanto peligroso. Habría que ver si a nivel cultural nos asentamos, abordamos eso en clase y en el ámbito laboral. Poder serenarnos y ver qué imagen transmitimos a los chicos", ha concluido.