La mesa redonda titulada 'Un futuro que ya es presente: investigación, innovación e inteligencia artificial', parte de la I Jornada de Salud Mental organizada por EL ESPAÑOL, Invertia y Magas, se convirtió en un encuentro para explorar los avances de la tecnología en el ámbito de la salud mental.
Celebrada en un contexto donde este problema de saludo está cada vez más presente en el debate público, la conversación se centró en el papel que juegan la investigación, la innovación y la inteligencia artificial (IA) en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los trastornos mentales.
En este sentido, Carlos Piserra, director del Plan de Salud Mental de La Rioja, destacó la importancia de integrar la asistencia con la investigación y la innovación. Algo que, apuntó, está presente en el cuarto Plan Estratégico de Salud Mental de la región y ya estaba presente en el tercero, en cuyo marco se realizaron "los primeros estudios sobre bienestar emocional en adolescentes riojanos, junto a la Universidad de La Rioja, que han evolucionado a intervenciones directas en grupos vulnerables".
Además, con la UNIR trabajan formando a profesionales de atención primaria para la prevención de suicidios. También mencionó el proyecto Saludablemente, que “promueve el bienestar emocional” y realiza “un cribado de trastornos del neurodesarrollo en la etapa infantil".
Por su parte, Marina Díaz Marsá, jefa de sección en el Hospital Clínico San Carlos y presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, subrayó que “la innovación debe ir de la mano de la investigación en marcadores biológicos” para explicar los orígenes de los trastornos mentales, lo que permitiría “desarrollar tratamientos basados en evidencia.” Díaz Marsá también abordó el papel de la telemedicina, señalando que “es una realidad sin renunciar al vínculo”, tras haberse consolidado como recurso en psiquiatría durante la pandemia.
Durante su intervención, Luis Caballero, jefe de psiquiatría de HM Hospitales, alertó sobre el incremento de problemas de salud mental en España, que ya afectan al “20% de la población” y que se proyecta como “la principal causa de discapacidad en Europa para 2030.” Explicó que detrás de esta tendencia están factores como “la crisis económica, la incertidumbre y el estrés del estilo de vida.”
Ya centrados en la aplicación de la IA, y otras tecnologías, el director del Plan de Salud Mental de La Rioja, habló sobre el desarrollo de herramientas como un chatbot de IA para la prevención del suicidio, que se encuentra en fase de validación. Piserra también mencionó el uso de realidad virtual y aumentada en una segunda fase del proyecto cribado de trastornos del neurodesarrollo, y destacó el desarrollo de aplicaciones para abordar problemas como la dislexia. “Contamos con el apoyo de cinco neuropsicólogos en este proyecto, lo que permite a los niños mejorar su rendimiento escolar y evitar problemas a largo plazo derivados de estas disfunciones no detectadas a tiempo”, explicó.
La jefa de sección en el Hospital Clínico San Carlos puso en valor la investigación en red entre hospitales, y el uso de aplicaciones y terapias de realidad virtual para abordar trastornos como la ludopatía. También destacó el papel de los wearables, que “ofrecen información en tiempo real sobre las conductas de un paciente”, fundamentales para la prevención de suicidios y síntomas psicóticos. Díaz Marsá señaló la necesidad de avanzar en la digitalización de la sanidad: “Nos queda bastante camino por recorrer en ese ámbito”.
"La tecnología es solo una parte; los beneficios también dependen de configurar buenos equipos que actúen con orden y claridad”, apostilló el jefe de psiquiatría de HM Hospitales, quien añadió que, además, "su formación continua es esencial". Algo en lo que coincidieron el resto de ponentes.
Entre los retos pendientes, no faltó la mención a una mayor financiación "para tener más profesionales y reducir las listas de espera”, junto a necesidad de crear "equipos ilusionados, que trabajen en red para llevar adelante proyectos que realmente generen impacto en la salud mental".
Para terminar, y tratando de vislumbrar el futuro de la prevención y tratamiento de la salud mental, en el debate se mencionó la integración de tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada y la inteligencia artificial en el desarrollo de aplicaciones. Además de destacar la importancia de la identificación de marcadores biológicos para “ofrecer los mejores tratamientos desde una base científica sólida”.