“En mi casa no entra nadie”: el pánico al coronavirus llega al sector inmobiliario
Las pequeñas agencias y franquiciados son las que más sufren los miedos de los clientes en su actividad diaria ante la ya declarada pandemia global.
12 marzo, 2020 03:49Noticias relacionadas
El miedo es libre y la propagación del coronavirus ha tenido consecuencias en todos los ámbitos económicos de España. El sector inmobiliario también se ha contagiado y las agencias, sobre todo las pequeñas, sufren la cancelación de visitas y algunas operaciones.
Este mismo martes vivimos un ejemplo de esta situación. Una visita programada para un coqueto piso de 85 metros cuadrados en la zona de Canillas. Puntual, llegó a la puerta con los comerciales de la agencia y llamó al timbre. Al otro lado, una mujer que vive en el inmueble mientras el dueño la vende. “En mi casa no entra nadie” contestó, y colgó el telefonillo.
Esta historia, que parece de ficción, no lo es y tampoco resulta aislada. Francisco Gómez, propietario de Optimacasa, afirma a Invertia que “la demanda está bajando, tanto de personas físicas como jurídicas, ya sea por pánico al coronavirus o problemas de movilidad”.
Con una red de cuatro agencias en Madrid, Francisco Gómez diferencia entre la oferta y la demanda. En el caso de la primera, no ha notado nada. Pero en el de la segunda, “desde el viernes ha cundido el pánico y la demanda es nula”. “De media teníamos unas 10-15 visitas diarias a pisos entre todas las oficinas y ahora nada”, confiesa.
También explica que han caído un 50% las solicitudes de información a través de la web. Por no hablar del flujo de transeúntes de las calles. “Antes entraban cuatro o cinco personas al día en la oficina de General Ricardos y hoy nadie”, concluye.
Carlos González, CEO y fundador de Inversión Madrid, deja claro que el coronavirus “está afectando ligeramente a visitas y operaciones aunque de momento, se intenta seguir trabajando con normalidad”. “Sí que notamos cierto miedo paralizador, y es que la estabilidad y la confianza son factores clave para las transacciones y las ventas”, puntualiza.
Ariuska La O Carrión, asesora inmobiliaria de InmoSai, indica que por el lado de las ventas ha tenido las mismas visitas y operaciones, aunque “sí hemos notado que preguntan menos y hay menos gente por la calle”. Otra situación, según la asesora, vive el ámbito del alquiler. “La clave es la necesidad; la gente necesita una casa, sobre todo cuando les cumple el contrato de arrendamiento, y andan desesperados por encontrar un piso”, incide.
Tecnocasa y Redpiso son dos grandes agencias implantadas desde hace años en el mercado español. Tampoco escapan del coronavirus. El responsable de una oficina madrileña de Redpiso señala que operan con “total normalidad” salvo en el caso de un tipo de cliente muy sensible a la pandemia. “Los chinos han desaparecido”, reconoce.
Miguel Fernández, franquiciado de Tecnocasa, cuenta a Invertia dos casos concretos relacionados con el coronavirus que le han ocurrido en las últimas 48 horas. Por un lado, ha perdido una operación de compraventa porque los compradores trabajaban en un teatro y les han echado debido al cierre de los espectáculos. Por otro, una pareja de Málaga ha preferido hacer un poder notarial en favor de un empleado de la agencia para no tener que desplazarse a Madrid y que este pueda firmar la compra en su nombre.
Desde la central de la agencia en Barcelona indican que han cancelado viajes previstos a Milán hace unas semanas y algunos eventos locales como en Sevilla y Madrid.
A pesar de estos casos, la patronal del sector lanza un mensaje de tranquilidad. Jesús Martínez, secretario general de Amadei (Asociación Madrileña de Empresas Inmobiliarias), declara a Invertia que “en principio, hay normalidad dentro de lo que cabe”. “No estamos suspendiendo cursos ni nos consta que se estén cancelando visitas u operaciones, aunque hay gente que tiene sus precauciones”, apunta. Por ejemplo, expone, “nosotros estamos celebrando un curso y algunos alumnos no han venido por iniciativa propia”.
Las grandes agencias, más resistentes
En la otra cara de la moneda, por ahora, están las grandes agencias inmobiliarias que ofrecen inmuebles más premium. Óscar Larrea, director general de Engel & Völkers en Madrid, destaca que “de momento no hemos tenido cancelación de visitas u operaciones por parte ningún cliente”.
El directivo apunta que durante enero y febrero “hemos crecido un 30% y 32%, respectivamente, con respecto al mismo periodo del 2019”. “La previsión para este mes es mantener esos porcentajes de crecimiento”, ahonda.
Además, Engel & Volkers ha implementado un protocolo de actuación. Por ejemplo, en las oficinas ha colocado dispensadores con líquido antiséptico para limpieza de manos además de los ya existentes en los aseos, ha reforzado el servicio de limpieza con desinfección diaria en todos los centros además del servicio habitual, cuenta con pistolas térmicas para tomar temperatura corporal a distancia, reuniones por videoconferencia, cancelación de viajes nacionales e internacionales, teletrabajo para determinados perfiles, etc.
Otra gran inmobiliaria como Gilmar no tiene constancia de que “se hayan pospuesto visitas a los inmuebles que comercializamos, pero sí hemos detectado un incremento de casi un 6% en el número de sesiones registradas en nuestra web, destacando un incremento del uso de la herramienta tecnológica que aplicamos desde hace casi dos años para visualizar las viviendas”.
El departamento de Recursos Humanos y el servicio de prevención de riesgos laborales de Gilmar enviaron el lunes los protocolos de actuación y recomendaciones de las autoridades sanitarias en cuanto a higiene personal y trato social, respectivamente.
Al igual que Engel&Völkers, Gilmar ha limitado viajes nacionales, realiza reuniones en remoto, ha promovido el teletrabajo y los CEO de Gilmar ya han manifestado que “nos someteremos a las normas, consejos, etc., que hagan públicos los científicos y administraciones”.
Por comparar, Francisco Gómez ha metido al interior de los locales los dispensadores de catálogos que tenía expuestos en la calle. Eso sí, sí se plantea cerrar las oficinas si las autoridades lo recomiendan el tiempo necesario. Tan solo duda entre ir o no a su Galicia natal por miedo a contagiar a su padre.