La crisis sanitaria del coronavirus ha derivado en una económica que afecta a miles de familias en España. Uno de los mayores gastos fijos a los que se enfrentan son la hipoteca o el alquiler. Pese a las ayudas anunciadas por el Gobierno, la OCU recomienda alcanzar un acuerdo amistoso con el propietario de la vivienda en caso de un arrendamiento.
El estado de alerta ha agudizado la compleja situación del alquiler previa, y es que el nivel de las rentas de alquiler en las grandes ciudades era muy elevado y mantenía a miles de hogares en una situación problemática de equilibrio inestable, apunta la OCU en una nota de prensa. De hecho, en muchas ciudades es necesario contar con dos nóminas en la unidad familiar para afrontar los gastos mensuales.
En estos momentos, a falta de un parque público de vivienda social adecuado a las necesidades del país (repetidamente solicitado por OCU), se adoptan medidas para que no se produzcan desahucios ni salidas de las viviendas alquiladas, durante un periodo de tiempo. No obstante, el colapso de los juzgados ayudará bastante.
En primer término, advierte la OCU, "será el arrendador quien padezca las consecuencias de la situación (aunque no cobre la renta no podrá recuperar la posesión de la vivienda aun en caso de poder necesitarla), aunque si bien se tratan de articular algunas medidas para que pueda recuperar parte del importe de sus rentas".
Las medidas anunciadas por el Gobierno son diferentes en función del tipo de arrendador: unas se prevén para personas físicas que posean hasta 10 inmuebles urbanos, y otras para los grandes tenedores y arrendadores personas jurídicas o institucionales, que son minoría en nuestro país y ya han mostrado su enfado. La diferencia está en si hay obligación o no de acceder a condonaciones o moratorias en el pago de las rentas.
Ayudas al alquiler y la hipoteca
Los arrendatarios vulnerables podrán acceder a préstamos sin interés para poder pagar las rentas del alquiler de su vivienda habitual, como recuerda la OCU. Sin embargo, es importante saber que está por ver cómo se articula la tramitación de estos préstamos con las entidades de crédito, para que las ayudas puedan llegar cuanto antes.
Los inquilinos de grandes tenedores también tendrán derecho, a falta de pacto, a reclamar -al menos- una moratoria en el pago. También hay previstas ayudas directas para el pago retardado de esas rentas y de esos préstamos, que están aún por desarrollar.
A la espera de poder acceder a las ayudas que en cada caso procedan, y conscientes de que también existen pequeños arrendadores en situación de vulnerabilidad, desde el inicio de esta crisis OCU anima a los arrendadores a alcanzar acuerdos con los inquilinos afectados por esta crisis, y a documentarlos por escrito, mediante intercambio de correos electrónicos o de otras aplicaciones de mensajería.
Además, recuerda que "las medidas adoptadas se justifican para aquellos hogares en situación de vulnerabilidad ocasionada por la crisis del Covid-19, sin que haya justificación para el impago o el retraso en el pago para hogares que no estén en esa situación".
La situación de dificultades de pago en las rentas irá más allá del periodo de alarma y de los inmediatos meses posteriores. "A corto y medio plazo es esperable un descenso en los precios del alquiler y de la vivienda, pero seguirá habiendo un problema de acceso a la vivienda", pronostica la OCU.
Por este motivo, la organización de consumidores destaca que "entre las labores de reconstrucción posteriores a esta crisis, se hace más urgente que nunca la creación de un parque público suficiente de viviendas en alquiler".