La constructora y promotora Caledonian se caracteriza por ir un paso más allá en el concepto del lujo residencial. En su último proyecto, Javier Ferrero en Madrid, combina las máximas calidades e innovaciones tecnológicas con niveles únicos de eficiencia energética y los servicios para los futuros propietarios de un hotel de cinco estrellas.
Para empezar, su ubicación. La urbanización se levanta sobre un solar (antes de uso industrial) que ocupa una superficie total de 10.700 metros cuadrados en la calle Javier Ferrero, en pleno barrio de Ciudad Jardín en Prosperidad. Solo en la compra del suelo, Caledonian ha invertido más de 23 millones de euros.
En este momento, las obras han superado su ecuador (rehabilitación de la calle incluida). A pesar de los paros obligados en todo el sector durante el estado de alarma y la ralentización de los pedidos que ha provocado la pandemia, la entrega de llaves está prevista para finales de 2021.
Hotel cinco estrellas
La verdadera innovación de Caledonian Javier Ferrero reside en su nueva forma de ver una vivienda. Enrique López partió de la base del coliving para perfeccionarlo y darle el sello la promotora. “No hay ninguna construcción como esta en Madrid, ni remotamente”, ha declarado en la presentación a medios de la urbanización. Hay que recordar que en la mente de Enrique López Granados está la construcción de viviendas de lujo a precio asequible.
Los propietarios tendrán su vivienda y unas zonas comunes compuestas por unos jardines de más de 2.500 m2; gimnasio, piscinas exterior e interior, spa, hamman, caldarium, jacuzzi, sala de masajes, etc. Además, como en un hotel, podrán añadir otros servicios (bajo pago) como lavandería, limpieza de la vivienda, mantenimiento, averías o incluso cambio de sábanas.
Para dar estos exclusivos servicios, Caledonian Javier Ferrero dispondrá de un amplio lobby de 200 m2; con recepcionista 24 horas y los mejores dispositivos de seguridad del mercado. Al frente de todo estará un director o directora, como en un hotel, para satisfacer cualquier necesidad de un propietario que esté a su alcance.
Casi 50% vendido
La singuralidad de este proyecto es tal que las tipologías de viviendas no están definitivas de manera rígida. Dentro de cada planta y los metros disponibles, un cliente puede pedir una vivienda de 300 m2; o de 50 m2. Según ha confirmado Enrique López Granados, el precio va desde 6.200 €/m2; al que se añade un 2-3% por planta hacia arriba. En cuanto a los áticos, el valor asciende a 8.000 €/m2.
Cuando la obra aún está al 50% de su realización, la promotora ya ha vendido 51 de las 99 viviendas proyectadas en un primer momento. La inversión total en Javier Ferrero, según ha explicado presidente de Caledonian, Enrique López Granados, ascenderá a 80 millones de euros.
Para los interesados ya hay dos pisos piloto terminados en la segunda planta del edificio que antes era una fábrica de televisiones. El primero de ellos, una vivienda de dos habitaciones y dos baños con una superficie construida de 89,7 m2. El segundo, de tres dormitorios y tres baños de 172,1 m2. Ambos cuentan con la cocina integrada en el salón.
Verde y sostenible
Como suele ser habitual en los proyectos de Caledonian, la urbanización Javier Ferrero ha sido diseñada por el arquitecto brasileño Marcio Kogan. El complejo estará compuesto por tres edificios, dos existentes que han sido totalmente rehabilitados y uno nuevo. Básicamente quedan las estructuras.
La construcción sostenible y su responsabilidad con el medioambiente han hecho que este proyecto haya sido reconocido con la exclusiva pre-certificación Leed Platinum, que por primera vez se entregará a una promoción residencial en Madrid capital. Hasta ahora, este reconocimiento del U.S. Green Building Council (USGBC) -la principal institución mundial de programas para el diseño, construcción y operación de edificios ‘verdes’- había recaído casi exclusivamente en edificios de oficinas.
Caledonian Javier Ferrero usará un 39% menos de agua y un 73% menos de energía que un edificio residencial ordinario. Ha implantado estrategias y soluciones prácticas y medibles orientadas a lograr un alto rendimiento en el desarrollo sostenible del lugar, ahorro de agua, eficiencia energética, selección de materiales y calidad ambiental interior.
Así ha logrado cumplir con los cuatro factores globales para recibir la certificación Leed Platinum: el diseño interior y exterior de los tres edificios que componen la promoción, la construcción sostenible de los mismos, el desarrollo medioambiental del barrio y las calles en los que van a estar ubicados y, por último, el ahorro energético posterior.
En el aspecto energético, como reconoce su certificación Leed Platinum, ofrecerá una eficiencia que la harán autosuficiente e, incluso, autoabastecible en puntos concretos, como calefacción por suelo radiante y enfriamiento por techo frío. Básicamente Caledonian Javier Ferrero producirá su propia energía para todo tipo de usos cotidianos.
El ahorro en las facturas de la luz y calefacción compensan de alguna manera los costes de mantenimiento de las zonas comunes. Eso sí, el gasto de comunidad en Caledonian Javier Ferrero irá desde 270 euros/mes hasta 600 euros/mes de los áticos más grandes.
Innovación y calidad
Un paseo por los pisos piloto deja claro que no se trata de una urbanización al uso. No hay 1º A ni 2º C, las viviendas tienen su número como las habitaciones de un hotel. De hecho, la puerta propia de este tipo de establecimientos se abre con la huella biométrica del propietario.
Otra sencilla muestra del cuidado con el que se ha diseñado esta promoción. En el aparcamiento, entre cada columna había antes tres plazas. En Caledonian, este mismo espacio será solo para dos vehículos.
Además, toda la vivienda está automatizada gracias al sistema de domótica KNX. Controla y regula luces, persianas y temperatura a través de una app o los mandos que hay en las paredes. Incluso tiene sensores de control de presencia.
En cuanto al aislamiento térmico y acústico, ha explicado la promotora, cabe destacar que la carpintería tiene doble acristalamiento de seguridad con butiral acústico y cámara de gas argón. Todo pensado y diseñado para no oír lo más mínimo tanto del exterior como de los vecinos. “Es una cuestión de esfuerzo por hacer las cosas bien”, ha resumido Enrique López Granados.