El Euríbor, el índice al que se encuentran referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas, cerrará el mes de agosto alrededor del -0,498%, por debajo del -0,491% que registró en julio.
A falta de conocer el dato de este martes, último día del mes, la previsión es que el índice encadenará tres meses consecutivos de retrocesos, acercándose al mínimo histórico del -0,505% que registró en enero de 2021.
Así, las hipotecas de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de Euríbor +1% a las que les toque revisión experimentarán un abaratamiento de 86,88 euros en su cuota anual respecto al mismo mes del año pasado o, lo que es lo mismo, de 7,24 euros al mes.
El Departamento de Análisis de Bankinter prevé que el Euríbor cierre el año en el -0,5%, que en 2022 suba hasta el -0,41% y que en 2023 escale hasta el -0,26%.
Según apuntan los expertos de iAhorro, el Euríbor sigue a expensas de lo que dictamine el Banco Central Europeo (BCE) a principios del año que viene, cuando está previsto que llegue a su fin el programa de estímulos económicos puesto en marcha para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Desde HelpMyCash indican que, si bien en el futuro más inmediato el Euríbor seguirá registrando valores por debajo del 0%, podría romper esa barrera si la inflación en la zona euro supera el 2% a medio plazo y el BCE decide subir sus tipos de interés para contenerla.
Hipoteca fija o variable
El director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli, señala que el interés por las hipotecas a tipo variable ha vuelto a despertarse debido a que las previsiones de que el Euríbor vuelva a terreno positivo son muy a largo plazo.
"En operaciones a corto plazo o hasta 15 años, una hipoteca variable se hace muy golosa. Sin embargo, en periodos de amortización más largos aconsejaríamos apostar por el tipo fijo, sobre todo si se siguen dando estas condiciones", recomienda.
Desde HelpMyCash añaden que, ante la incertidumbre a medio y a largo plazo sobre la posible evolución del Euríbor, es complicado saber si saldría más a cuenta financiar ahora la compra de una vivienda con una hipoteca fija o una variable, por lo que lo ideal es que la persona tome la decisión en función de su tolerancia al riesgo.
"Si prefiere pagar unas cuotas baratas a corto plazo y se ve capaz de asumir posibles subidas en el futuro, decantarse por una hipoteca variable puede ser una opción más aconsejable. En cambio, si quiere tenerlo todo bajo control pese a tener que asumir unas mensualidades más altas durante los primeros años, un interés fijo puede ser más adecuado", explican.