“Tras el inicio de la guerra estamos constatando que más propietarios rusos están poniendo a la venta sus villas para poder disponer de tesorería ya que la situación de bloqueo bancario les pone en un aprieto”. Son palabras de Manuel Alarcón, managing director de Libehomes y asociado de Aepsi (Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario).

Una situación que ya adelantó este periódico al mes de iniciarse el conflicto entre Rusia y Ucrania. Entonces, Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet, indicó que “el conflicto está provocando que las operaciones que teníamos en marcha se estén acelerando por el miedo a un posible cierre bancario de Rusia, principalmente”.

De esta manera, se pone de manifiesto que algunas de las sanciones puestas en marcha por la UE contra Rusia están teniendo efecto, en este caso, en el mercado inmobiliario. “Desde la crisis de Crimea de 2014, el cliente ruso ha dejado de comprar en masa. Es decir, sigue activo, pero únicamente para propiedades de lujo”, especifica Alarcón.

Descenso paulatino

En el primer trimestre de 2022, y según la estadística del Colegio de Registradores, la compraventa de vivienda llevada a cabo por ciudadanos de Rusia en España supuso el 2,06% del total. Por tanto, muy lejos del 12,03% de los británicos, el 9,47% de alemanes, el 7,05% de franceses, el 5,80% de marroquíes, el 5,76% de suecos, el 5,67% de belgas y el 5,04% de holandeses. En el caso de Ucrania, ese porcentaje fue del 1,13%.

Por tanto, ni rusos ni ucranianos son una parte representativa del global de las compraventas en el sector inmobiliario en España. Eso sí, suele concentrarse en zonas turísticas o grandes capitales: Baleares, Costa Brava, Costa del Sol, Madrid y Barcelona, básicamente. Y busca un producto de lujo, de precio elevado.

[Los ciudadanos rusos se gastaron 273 millones de euros en viviendas en España los meses previos a la invasión]

Si se echa la vista atrás, ese porcentaje de compraventa ha ido descendiendo paulatinamente durante los últimos cinco años. Así, y en el caso de ciudadanos rusos, ha pasado del 3,07% del primer trimestre de 2018 al 3,32% del mismo periodo de 2019. En 2020 cayó al 2,75%, para bajar al 2,26% en 2021, y al ya citado 2,06% en 2022.

La tendencia es paralela en el caso de los ciudadanos ucranianos. Ha pasado del 1,67% en el primer trimestre de 2018 al 1,71% del mismo periodo de 2019. En 2020 cayó al 1,52% para bajar al 1,15% en 2021, y al ya nombrado 1,13% en 2022.

Precio

Atendiendo a la estadística del Consejo General del Notariado, los ciudadanos rusos efectuaron en España un total de 1.306 operaciones en el mercado inmobiliario durante el segundo semestre de 2021. Cifra superior a las 1.112 operaciones del primer semestre. Por tanto, se trata de un 28,4% más y un 19,3% más que en idénticos periodos de 2020.

El precio medio del metro cuadrado de una vivienda adquirida por ciudadanos rusos en el segundo semestre fue de 2.091 euros. Si, por ejemplo, fuese una vivienda de 100 metros cuadrados, pagarían casi 210.000 euros. Multiplicando esa cantidad por las citadas 1.306 operaciones, el desembolso estaría sobre los 273 millones de euros. Aunque el comprador ruso prefiere el mercado del lujo, con más metros cuadrados. Dicho de otra manera, su interés se centra más en locales cuyo coste ronda el millón de euros.

Interior de una vivienda de lujo Pixabay

En el caso de los ucranianos, el número de compraventas fue de 714 y 771 en el primer y segundo semestre de 2021, respectivamente. Se trata de incrementos del 23,3% y del 30,9% sobre los mismos periodos de un año antes.

El precio del metro cuadrado fue de 1.441 euros en el segundo semestre de 2021. Para el ejemplo antes usado de una casa de 100 metros cuadrados, pagarían más de 144.000 euros. Multiplicado por las 771 operaciones, el desembolso estaría sobre los 111 millones de euros.

Con estos datos, no recupera los niveles de 2019, previos a la pandemia. Más bien son datos vividos allá por 2016. Y el ruso gasta más que el ucraniano: más o menos, el doble.