El precio de la vivienda en alquiler sigue con su particular escalada. Así, ha subido un 6,4% de agosto de 2021 a 2022, según Idealista. Donde los precios son más caros es en la provincia de Barcelona (15,6 euros el metro cuadrado). Le siguen Madrid (14,9 euros) y Guipúzcoa (14,4 euros).
Con estos datos, quien más quien menos, podría pensar que es en estas provincias donde es más rentable poner un piso en alquiler. Pero una cosa es el precio y otra la rentabilidad. Y ni Barcelona, ni Madrid, ni Guipúzcoa están en lo más alto del podio.
Ese honor recae en Cuenca, según Euroval. De hecho, es la única provincia que supera el 9% de rentabilidad (en concreto, el 9,3% anual). A continuación, son cuatro las provincias que superan el 8%: Huelva (8,9%), Cáceres (8,3%), Valencia (8,2%) y Ávila (8%).
Por encima del 7% están Segovia y Badajoz (7,9%), Castellón (7,4%), Albacete (7,3%), Ciudad Real (7,2%), Murcia y Salamanca (7,1%), y Toledo, Sevilla, Zamora y Jaén (7%). Y son 13 provincias las que están por encima del 6%: Almería, León, La Rioja, Granada, Soria, Córdoba, Orense, Palencia, Lugo, Tarragona, Asturias Navarra y Burgos.
En conjunto, la rentabilidad del alquiler residencial en 2022 ha mejorado ligeramente respecto a 2021. En concreto, ha pasado del 5,2% al 5,4%. Euroval subraya que la rentabilidad “sigue acusando el significativo incremento de los precios de la vivienda, de manera especial tras el fin de las restricciones provocadas por la pandemia”.
Vivienda nueva y usada
Por debajo del 5,4% medio de rentabilidad hay 15 provincias: desde Cantabria a La Coruña, pasando por Las Palmas, Valladolid, Cádiz, Álava, Vizcaya, Gerona, Santa Cruz de Tenerife, Melilla, Ceuta, Málaga y Baleares.
En este grupo también está la Comunidad de Madrid, cuya rentabilidad es del 4,5%. Es decir, que ocupa el tercer puesto por la cola sólo por detrás de Málaga (4,3%) y Baleares (3,5%). Guipúzcoa, que tiene también precios altos, ofrece una rentabilidad del 4,7%. Y la que mejor parada sale del trío de cabeza en cuanto a precio es Barcelona, ya que su rentabilidad llega al 5,7%. Por tanto, por encima de la media.
Ese 5,4% de rentabilidad media incluye tanto a la vivienda nueva como a la usada. Eso sí, la tasadora matiza que el alquiler medio de una vivienda nueva (con menos de cinco años de antigüedad) ofrece una rentabilidad media anual del 4,5% mientras que la vivienda usada (más de cinco años de vida) llega hasta el 5,7%. “Esta diferencia entre la vivienda nueva y usada de 1,2 puntos porcentuales es significativa en una inversión a largo plazo”, señala el informe de Euroval.
Este dato del 5,4% supone un ligero incremento respecto a 2021 (dos décimas) pero muy lejos de las rentabilidades de 2020 y 2019. Entonces fueron del 6,3% y del 6,8%, respectivamente. Y la recuperación se da más en la vivienda nueva. No tanto en la usada.
“Al ser la rentabilidad resultado de un cociente entre el precio del alquiler y el precio de la vivienda, los alquileres podrán ser relativamente altos o bajos, pero su rentabilidad bruta dependerá en buena medida del valor del precio de la vivienda”, matizan en Euroval. Por eso, las provincias con los precios de compra más caro, por norma, tienen rentabilidades menores por alquiler. De ahí el puesto en el furgón de cola de Madrid.