Madrid Nuevo Norte será pionero en el modelo energético al ‘prestarse’ calor sus viviendas y oficinas
Está en marcha una prueba piloto que suministrará a los edificios energía para cubrir sus necesidades de calefacción, agua caliente y refrigeración.
13 diciembre, 2022 02:47Uno de los pilares que configuran Madrid Nuevo Norte (MNN) es el relativo a los estándares energéticos. No en vano, se trata de un modelo que será pionero en Europa ya que el proyecto tiene una normativa propia de eficiencia energética que va más allá de la normativa nacional.
Dicho proyecto cuenta con financiación europea y servirá para poner en práctica el modelo energético de Madrid Nuevo Norte en el primero de los ámbitos que va a urbanizarse dentro del desarrollo. “Las obras de urbanización en Las Tablas Oeste comenzarán en el primer semestre de 2024”, adelantó Álvaro Aresti, presidente de Crea Madrid Nuevo Norte, en el transcurso del III Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.
Esta prueba piloto consistirá en la instalación de una red de frío y calor que suministrará a los edificios la energía necesaria para cubrir sus necesidades de calefacción, agua caliente y refrigeración. Para ello conectará los edificios de viviendas con los de oficinas de modo que estos puedan ‘prestarse’ calor entre sí, según las necesidades de cada momento, aprovechando energía que se desecha y se emite a la atmósfera.
La energía que alimentará estas redes de distrito será 100% renovable, utilizando para ello fuentes de energía totalmente sostenible. Es el caso de la geotermia o la fotovoltaica. Además, en Madrid Nuevo Norte se está estudiando que la energía renovable se almacene en la propia estructura y en los muros de los edificios.
Las fachadas, los pilares y las vigas, de esta manera, se podrían convertir en verdaderos almacenes de energía térmica.
Demanda térmica y hermeticidad
Otro punto a destacar de Madrid Nuevo Norte en cuanto a eficiencia energética es que dispone de una normativa urbanística particular incluida en la modificación del PGOUM (Plan General de Ordenación Urbana de Madrid).
En el mismo se establece que todos los edificios residenciales en el proyecto deberán justificar el cumplimiento de los criterios de demanda térmica y hermeticidad del estándar internacional Passivhaus que esté vigente en ese momento. Eso sí, siempre que en dicha fecha estos criterios fuesen más restrictivos que la norma española (el Código Técnico de la Edificación) o la normativa vigente que lo sustituya.
De esta manera, los edificios de Madrid Nuevo Norte (tanto de viviendas como de oficinas) podrán utilizar tan solo aproximadamente la mitad de energía no renovable respecto a lo que está permitido en nuevos edificios por ley en resto de Madrid y de España, en los llamados edificios de consumo casi nulo.
¿Qué pasaría si en el futuro los requisitos de la normativa nacional cambiasen y llegasen a ser más ambiciosos que en la actualidad? En este caso, la norma propia del proyecto establece que el consumo máximo de no renovables en edificios también se reduciría proporcionalmente.
Vivienda de protección
Donde se desarrollará MNN es una zona muy demandada y con déficit histórico de nuevas casas. En total, se van a edificar cerca de 10.500 viviendas, en torno a 2.600 en el Centro de Negocios, más de 7.000 en el ámbito de Malmea-San Roque-Tres Olivos, en Fuencarral, y en torno a 750 en Las Tablas Oeste.
De esas 10.500 viviendas, serán viviendas de protección el 20% (unas 2.100). A esta cantidad hay que unir un 18% de vivienda libre que va a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid, y que podrá ser dedicada a sus políticas públicas de vivienda. Se destinarán al alquiler tasado. De esta manera, el 38% (unas 4.000 viviendas del total de 10.500), serán viviendas públicas.
Es decir, que la vivienda en MNN no va a ser un producto inalcanzable al haber un porcentaje muy considerable de vivienda accesible. El resto responderá a las diferentes realidades del mercado en los barrios del norte de Madrid.
Más allá de la vivienda, otro punto a destacar será la creación de una nueva red de transporte hiperconectada y estructurada por nodos intermodales a lo largo de todo el proyecto. De esta manera, el 95% de las parcelas residenciales estén localizadas a menos de 10 minutos andando de un modo de transporte público de alta capacidad.
La vivienda convivirá con usos complementarios, como oficinas, equipamientos y comercio de proximidad. Y es que, otra de las apuestas de MNN, es lo que se conoce como usos mixtos. El 90% de las manzanas de vivienda de Madrid Nuevo Norte tendrá comercios en planta baja y, además, podrán contar con espacios de trabajo y dotaciones.
El objetivo es lograr un entorno urbano lleno de vida a todas horas, los siete días de la semana. Y desterrar el modelo de segregación de usos, que genera ciudades dormitorio, distritos de negocios y zonas comerciales y de ocio aisladas de los entornos urbanos.
Así, al sur de la M-30, en el denominado como Centro de Negocios, la vivienda convivirá con las oficinas, el comercio en planta baja y las dotaciones. Al norte de la M-30, y como forma de dotar de vida a las zonas más residenciales, se han aumentado las edificabilidades e intensificado los usos terciarios de oficinas y comercios en torno a los nodos de transporte: áreas en los que confluyen una estación de Cercanías, una estación de Metro y el acceso al nuevo sistema de bus prioritario a menos de 100 metros de distancia.
De esta forma, en estas nuevas centralidades de barrio se crea sinergia entre la vivienda, la actividad económica y los modos de transporte sostenibles. A la par, se ahorran desplazamientos para actividades cotidianas, como son las compras diarias y acceso al lugar de trabajo.