La oferta de viviendas en venta en España se ha reducido un 3% durante el cuarto trimestre de 2022, en comparación con el mismo trimestre del año pasado. Sin embargo, hay ciudades donde ese porcentaje se ha disparado por encima del 20%, según Idealista.
En cabeza se encuentra la ciudad de Valencia, donde ha caído un 27%. Su vecina Alicante le sigue, con un descenso del 25%. A continuación, Cuenca (-24%), Ávila (-22%), Santander (-20%), Pontevedra (-18%), Melilla (-17%) y Segovia (-17%).
En otros grandes mercados, la situación se ha repetido: Málaga (-16%), Palma (-13%), Barcelona (-6%), Bilbao (-5%), Sevilla (-3%) y Madrid (-2%). Sin embargo, hay 16 ciudades en las que la oferta disponible ha aumentado.
Así, el stock en venta ha crecido en Ceuta (25%), Córdoba (17%), Soria (16%), Jaén (11%) y Gerona (10%). Con incrementos de un solo dígito les siguen Granada (8%), Zamora (8%), Castellón de la Plana (7%), Albacete (7%), Teruel (5%), Pamplona (5%), Huesca (4%) y León (4%).
En Orense el incremento se ha quedado en el 3%, mientras que ha sido de solo el 1% en Murcia y Zaragoza. Palencia es la única ciudad donde el stock de vivienda en venta se ha mantenido estable durante el último año.
Provincias
Por provincias, Santa Cruz de Tenerife registra la mayor caída de oferta, con un 18% menos que hace un año. Le siguen Valencia (-17%), Pontevedra (-14%) y Segovia (-14%). A continuación se sitúan los descensos de A Coruña (-13%), Baleares y Las Palmas (-12% en ambos casos).
En las provincias de Cantabria, Málaga, Guipúzcoa y Huesca la caída ha sido del 11%. En la Comunidad de Madrid, la oferta se ha reducido un 1%, mientras que en la provincia de Barcelona se ha incrementado un 2%.
Córdoba, por su parte, ha visto cómo su stock de viviendas en venta crecía un 18%, seguida por Murcia (14%), Granada (11%) y Castellón (10%). Les siguen los incrementos de Almería (8%), Albacete (8%), Jaén (6%) y Lérida (6%).
Durante el tercer trimestre la reducción de la oferta fue del 7%, por lo que el fenómeno podría estar ralentizándose. Y eso es así, según Idealista, a causa del encarecimiento de la financiación y la mayor dificultad de muchas familias para acceder a la compra una vivienda.