El precio de la vivienda nueva aumentó un 7,1% en 2022, situándose en 2.732 euros el metro cuadrado, según Sociedad de Tasación. Mientras que el de la vivienda usada, atendiendo a los datos de Idealista, se incrementó un 5%. En su caso, dicho precio fue de 1.921 euros el metro cuadrado. Pero, ¿cuánto están dispuesto a gastar los ciudadanos por la vivienda?
La respuesta es que, de media, desembolsan 168.522 euros. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) en el que también se pone de manifiesto que los precios más demandados están en la horquilla entre 100.000 y 150.000 euros (un 37,4%); el porcentaje entre 150.000 y 200.000 euros es del 19,8%; y baja al 18,8% si se trata de viviendas de entre 200.00 y 300.000 euros.
Otro dato relevante de la radiografía llevada a cabo por FAI es que el 16,8% de los compradores pagó a tocateja. Y cabe destacarlo porque, un año antes, ese porcentaje era tan solo del 6,8%. Es decir, que casi se ha multiplicado por tres.
¿Culpables? Inversión y empresas
Durante la pandemia, las familias generaron un ahorro que, con los incrementos del precio de la luz, la gasolina o los alimentos, se está desinflando a marchas forzadas. Así, y durante el tercer trimestre de 2022, entró en tasas negativas (-3,22%), según Eurostat.
Entonces, ¿quiénes son los posibles ‘culpables’ del despegue de la vivienda pagada con ahorro personal? En concreto, dos: la compra de inmuebles para inversión y el aumento de los adquiridos por empresas. En este último caso, ha pasado del 0,3% de hace dos años, al 2,9% en 2022.
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Respecto a la adquisición de vivienda como inversión, repuntó desde el 6,3% de 2021, al 10,2% de 2022. Y eso se debió, por un lado, a que parte de ese ahorro acumulado durante la pandemia se ha destinado al ‘ladrillo’; y, por otro, a la compra por parte de extranjeros. Dos de cada tres adquisiciones vinieron de fuera de nuestras fronteras: el 36,11% de países extracomunitarios, y el 32,4%, de otros países de la UE. El 31,4% de las compras fueron de origen español.
Con todo, el motivo de compra más frecuente es el de uso habitual (77,3%), seguido de la segunda residencia (12,5%) y como inversión (10,2%), según FAI. Y respecto a los compradores, el 41,7% fueron familias con hijos, y el 36,6%, parejas sin hijos. A continuación, personas solas (18,7%).
Financiación
Lo que no ha cambiado durante los dos últimos años es la franja de edad de los compradores. Son las personas de entre 40 y 50 años las que más activas estuvieron a la hora de adquirir vivienda: un 48,1%. Después, las de 30 y 40 años (40,9%) aunque bajó 3,2 puntos. Sin embargo, subió del 6% al 8,7% en la franja de entre 50 y 60 años. La radiografía de la federación no incluye datos respecto a los menores de 30 años.
Este último se debe a varios motivos. Entre ellos, la imposibilidad de hacer frente a ese 20% de ahorro necesario para poder acceder a una hipoteca. Sin olvidar la alta tasa de paro y el endurecimiento de la financiación.
Hablando de financiación, la encuesta de FAI señala que el 41,8% de los compradores recurrieron a la combinación de ahorro personal e hipoteca bancaria; el 25,2%, a hipoteca bancaria; y, el 16,8%, financió la compra con ahorro personal. Es decir, que casi uno de cada cinco, la pagó a tocateja.
¿Otras fórmulas? El 5,2% optó por ahorro personal más préstamo familiar e hipoteca; el 4,8% con ahorro personal más préstamo familiar; el 4,3%, con préstamo familiar más hipoteca; y el 1,8% con préstamo familiar. Entre los compradores de vivienda habitual, el 63,6% fueron propietarios que se mudaron de casa; el 20,04% fueron personas que se emanciparon con la compra de una primera vivienda; y el 16,8% cambiaron el alquiler por una casa en propiedad.
Primera y segunda vivienda
La encuesta también ha analizado la procedencia de los compradores en función del tipo de vivienda. Así, los compradores de vivienda habitual fueron mayoritariamente de origen español (el 65,9%), mientras que el 21,55% fueron de otros países de la Unión Europea. El 20,4% restante procedieron de países extracomunitarios.
En segunda residencia, por otra parte, el 44,2% de los compradores fueron de otros países de la Unión Europea, el 37,3% de países extracomunitarios y el 16,4% fueron de origen español.
¿Y cuánto se tarda en adquirir una vivienda? De media, tres meses. El 53,4% de las agencias encuestadas afirma que tardó entre dos y cuatro meses en completar el proceso de compraventa. Otro 36,6% reduce el plazo a entre uno y dos meses. Y el 7,2% restante afirma que tardó entre cuatro y seis meses. Sólo un 2,42% afirma que le costó más de seis meses.